Entrevista a Alberto Contador: “Quiero correr el Tour, pero no a toda costa”

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Recientemente, el periodista holandés Sander de Vaan ha entrevistado al último ganador del Tour, Alberto Contador, para el diario holandés NRC Handelsblad. Publicamos aquí la traducción íntegra en castellano. Una versión más corta ha aparecido en el periódico aleman Die Welt.

Alberto Contador pesa oficialmente 62,5 kg. Pero si los seres humanos pudiéramos medir nuestra indignación en gramos, el ganador del pasado Tour de Francia pesaría tal vez el doble. Y es que el ciclista de Pinto sigue estupefacto por la decisión de la organización del Tour de Francia (A.S.O.) de excluir a su equipo Astana del próximo Tour.

"No me lo esperaba para nada. Es un paso atrás para el ciclismo. Merecemos estar en el Tour, somos un equipo limpio y de los más competitivos del mundo, pero las posibilidades son casi nulas. Por tanto, no nos queda más remedio que plantearnos nuevos objetivos, como la Vuelta a España y el Mundial", comenta Contador.

El asunto es aún más lamentable por el hecho de que el ciclista madrileño optó deliberadamente por el equipo Astana, después de que el patrocinador de su anterior equipo, Discovery Channel, dejara el ciclismo. Claro, el equipo de Kazajstan había sido expulsado del Tour 2007 por varios escándalos de doping, siendo el más llamativo el de Alexander Vinokourov, pero después todo había cambiado.

"Lo estuve meditando durante dos meses. Pero cuando el director Johan Bruyneel me explicó que quería hacer un nuevo equipo alrededor de mí, con mucha gente de Discovery (masajistas, mecánicos, directores técnicos, y todos los corredores que me ayudaron a ganar el Tour) tomé la decisión. Lógicamente también pensé en los problemas que habían tenido el año pasado, pero sólo quedaba el nombre, ¡todo lo demás era nuevo!", asegura Alberto.

Hablamos en el pueblo murciano de San Pedro del Pinatar, un lugar que en un primer momento no figuraba en su agenda. Pero a raíz de la exclusión por la ASO, el Astana tampoco puede participar en carreras clásicas como la Paris-Niza. La Vuelta a Murcia le pareció a Alberto Contador una buena alternativa para hacer kilómetros y mostrarle al mundo entero que no piensa en cambiarse de equipo.

"Tengo unos principios," dice Alberto, quien, a pesar de todos los problemas, sigue teniendo el aspecto de un chaval joven. "Quiero correr el Tour y ganarlo de nuevo, pero no a toda costa. Por eso no me cambio de equipo a la primera. Valoro mucho lo que tengo a mi alrededor. Además, al no tener el equipo nada que ver con el de 2007, también me siento responsable de mi gente. Si no nos dejan correr este año el Tour, pues una pena, pero ¿qué le vamos a hacer?".

Curiosamente, la exclusión del Astana aún no ha originado una reacción unánime de los demás equipos profesionales. Pero Alberto Contador sí lo entiende: "Hay mucha gente que sabe que esto es incomprensible, pero la situación en el ciclismo es ahora tan absurda que no todos quieren mojarse. Creen que también a ellos les puede fastidiar. A mí, todos me transmiten su apoyo, pero cada uno lleva su patrocinador y muchas veces no pueden decir lo que piensan".

Aparte del Astana, el T-Mobile también tuvo serios problemas el año pasado. Pero este equipo alemán (que ahora se llama High Road) parece que sí va a poder participar en el Tour. Además, el director del CSC, el danés Bjarne Riis, quien confesó en 2007 tras años de mentiras que había ganado el Tour del 1996 con EPO en las venas, no ha sido echado por A.S.O. de momento. Razones de sobra para Astana para recurrir la decisión en el tribunal internacional de deportes (CAS) en Suiza. Sin embargo, Contador prefiere no pensar en ello: "No sé si van a recurrir o no. Son cosas que tiene que verlas el equipo. Yo quiero centrarme en las carreras, intentar ganarlas y disfrutar de la bicicleta. Además, quiero mostrarle al mundo que nuestro equipo es el mejor de todos".

El madrileño sabe lo que es luchar. En 2004 tuvieron que operarle de urgencia de un cavernoma cerebral. Después de una larga recuperación volvió a la carrera con una victoria de etapa en el Tour Down Under. En esa época, Alberto corría para Liberty Seguros, equipo con estrechos lazos con el médico Eufemiano Fuentes. Como consecuencia del escándalo de Operación Puerto, Contador no pudo participar en el Tour 2006. Y aunque luego su nombre fuera más o menos limpiado, seguía habiendo gente que lo relacionaba con el dopaje. Uno de ellos fue el experto alemán Werner Franke, que tildó la victoria de Contador como ´el mayor fraude de la historia del deporte´. Muy a pesar del mismo ciclista, que repetía una y otra vez que simplemente había estado en el momento equivocado en el equipo equivocado.

"Es una pena," dice ahora. "El hecho de que en 2007 hubiese un ganador joven, sin historias de dopaje en el Tour, con un equipo limpio, podría haber sido un buen punto de partida para una nueva época en el ciclismo. Pero cuando ves que al ganador no le dejan participar al año siguiente, ya no se entiende nada...".

"Apenas había llegado a París, cuando aparecieron las historias sobre mí, entre ellas la del señor Franke. A mi me ha dolido, porque conseguí una cosa con mucho trabajo y 100% limpio. Al final di una rueda de prensa, pero no ha servido para nada. Es muy fácil hablar a la ligera de una persona pública pero pueden hacerte mucho daño. Por otro lado, tal vez sea una consecuencia ‘lógica’ de ganar el Tour de Francia...".

Con todo esto, ¿ha podido disfrutar de verdad de su victoria?

"Sí. Ahora mismo ya no me afectan esas historias. Sé que no he hecho nada mal y que no tengo nada que ocultar. Quiero ser optimista. Ya lo digo desde hace tiempo, pero espero que todo esto se cambie de una vez, aunque sé también que hoy en día ‘vende’ más lo extradeportivo que lo deportivo en el ciclismo... Y en cuanto a Operación Puerto: si las autoridades me necesitan para algo, estoy a su entera disposición. Más no puedo hacer."

En cierto modo, la victoria en el Tour me vino antes de lo esperado, comenta. "En 2007 aspiraba a ganar alguna etapa y tal vez el maillot blanco, pero no esperaba ganar el Tour. Era aún joven, me faltaba experiencia y tal vez la confianza para ganar una carrera de tres semanas. Pero al estar el equipo Discovery tan fuerte, yo podía seguir a los mejores. Además, le debo mucho a Johan Bruyneel. Es muy inteligente, sabe cómo leer las etapas y dónde mejor atacar o no. Gracias a mis compañeros tampoco tuve que gastar energía a lo tonto, por lo que llegué en buen estado físico a la montaña".

En los Pirineos la rivalidad entre Alberto Contador y Michael Rasmussen originó unos duelos memorables, que incluso intrigaron a aquellos telespectadores que ya estaban hartos de tanto dopaje en el ciclismo, hasta el momento en que el ciclista danés fuera expulsado del Tour por su equipo Rabobank. "Sigo considerándola una decisión muy desafortunada. Si no había cumplido con las normativas, claro que se merecía un castigo, pero no en medio del Tour, con el maillot amarillo. Yo podía seguir a Rasmussen en gran parte de las etapas pero al final estaba de verdad muy fuerte. Lamento que justamente lo echaran a él. Si dejas salir a un corredor en el Tour, hay que dejarlo seguir hasta París, a no ser que dé positivo en el camino. Si Rasmussen hubiese sido el número 50 de la carrera, seguro que no lo echan...", afirma Contador.

Mientras tanto, el ciclismo se hunde más y más, tanto por las historias de dopaje como por el conflicto entre los organizadores de la ASO y la Unión Ciclista Internacional UCI. "Lamentablemente no somos más que títeres en esta lucha por el poder," se queja Contador. "Es desesperante. Estamos todos sufriendo mucho, porque esto parece que no termina nunca. No se dan cuenta cuánto daño le están causando al deporte".

¿Pero ahora no sería el momento idóneo para los ciclistas para quitarse el rol de títeres y hacer un frente común? Como último ganador del Tour, ¿no podría desempañar un papel clave en todo esto?

"Lo dudo. Es muy difícil juntar a todos los corredores como una piña. Cada uno tiene su equipo y su sponsor que le paga su sueldo. Además, en este tipo de cosas se empieza a hablar y hablar y luego no se hace nada. Y no hay que olvidar una cosa: los organizadores y dirigentes son los responsables de este conflicto. Ellos tienen que ponerse de acuerdo. Yo soy ciclista. Me siento verdaderamente feliz en la bici, cuando voy por las carreteras y puedo pensar en todos los objetivos que aún quiero conseguir. Uno de ellos es otra victoria en el Tour, pero el futuro nos dirá cuándo esto será posible...".

Por Sander de Vaan