"Con cabeza fría hubiera ganado más carreras"

Daniel Sesma, junto al cartel indicador de entrada de su pueblo, Arre. El ciclista del Orbea es un ejemplo de superación y trabajo. ZABAL

A Daniel Sesma no le han regalado nada en la bicicleta. Todo lo que tiene se lo ha trabajado con esfuerzo, entrenamiento y sacrificio. Su hoja de servicios, de victorias, está vacía pero el ciclista de Arre tiene esa virtud que Miguel Induráin repetía hasta la extenuación, el "estar ahí". Hasta ahora Sesma siempre lo ha hecho, a ver cómo le va en profesionales.

¿Qué sensaciones tiene alguien que siempre ha soñado ser ciclista en su debut?

Tienes ganas de que todo empiece, de probar lo que es el profesionalismo, de ver si el trabajo que has hecho en los entrenamientos está bien hecho, de verte con las figuras... Estás como un chaval con una bici nueva.

¿Qué es lo que más le ilusiona?, ¿cuál es su mayor curiosidad?

Tengo curiosidad por estar y correr con gente a la que he admirado y visto solo por televisión. Y no tengo miedo al debut, pero sí mucho respeto. El cambio va a ser importante en volumen de trabajo, en intensidad... te cambia la vida.

Y en esta nueva vida, ¿cuál es su sueño?

Algún día me gustaría llegar a correr un Tour de Francia. Es un sueño que tengo desde pequeño.

¿Y es una idea que tiene en la cabeza todos los días cuando sale a entrenarse?

Sí, pero lo que de verdad te preocupa, lo que todos tenemos en la cabeza es entrenar bien, hacer el trabajo que nos mandan y llegar en condiciones a las carreras.

Usted ha conseguido pasar a profesionales sin ganar una sola carrera, sin tener padrinos y con el aval de su trabajo. ¿Cómo es eso?

Pasar a profesionales está muy complicado, es difícil de explicar. Por una parte hay pocos equipos en los que encontrar un hueco, y para que se fijen en ti tienes que andar mucho o ganar muchas carreras. Yo no soy de ganar, y para estar adelante hay que trabajar mucho, estar psicológicamente bien, que te acompañe la salud, no tener lesiones, y que te acompañe la suerte, sin suerte no hay nada.

¿A usted le ven como un bicho raro por llegar a profesionales sin muchas victorias?

No, qué va. Yo no he ganado carreras, pero siempre he estado ahí. Quizá me falla la cabeza porque soy inquieto en carrera, porque gasto demasiadas balas, pero a la hora de la verdad siempre he estado ahí. Con la cabeza más fría hubiera ganado carreras.

En profesionales no podrá gastar tantas balas a la ligera.

No, habrá que ir guardando, corriendo con más cabeza.

¿Cuánto se ha dejado en el camino para ser ciclista?

Llegar a profesionales es muy sacrificado, pero a mí me gusta esta vida. He estudiado, he salido por ahí... pero a mí me tira la bici.

Usted llega al ciclismo en un momento en el que este deporte no atraviesa su mejor momento, ¿le preocupa?

Está claro que el ciclismo está tocado, pero yo creo que ha empezado a cambiar su mentalidad y que va a empezar un nuevo ciclismo.

¿Por qué?

Porque va a ser mucho más limpio. Cuando leo noticias de gente tramposa, de dopaje, me duele porque el ciclismo me gusta. Es un deporte que me llena por el esfuerzo, la estrategia...

¿De quién se ha acordado en su debut?

De toda esa gente que cuando entré en el Villavés me enseñó lo bonito que es este deporte.