Mikel Nieve regresa al Caja Rural-Seguros RGA. Entre Tour, Giro y Vuelta ha disputado 22 grandes carreras y, con 37 años, espera volver para hacer un buen papel y para enseñar a los jóvenes las claves para poder ser un buen corredor profesional. El jueves 10 de febrero se presentó el equipo en el Colegio de Médicos de Pamplona y el Diario AS estuvo con él.

-Nueva apuesta con casi 38 años, ¿no?

-Sí, estoy contento por volver. Me siento muy cómodo en el equipo y la verdad es que me han acogido genial. Aquí hay un gran ambiente pero también es verdad que conocía a mucha gente desde hace muchos años y así es más fácil todo.

-Tenía ofertas de otros equipos pero ha decidido venir al conjunto de casa, ¿verdad?

-Sí, he pensado que era la mejor posibilidad para poder disfrutar del ciclismo. El año pasado me quedé con mal sabor de boca por algunas causas como las caídas, por ejemplo la de la Vuelta, y he pensado que venir al Caja Rural era una buena opción.

-Ha pasado por grandes equipos como el Sky o el BikeExchange y ahora desembarca en un proyecto más humilde. ¿Forma parte de un proceso lógico por el paso de los años?

-Es que a mí lo que me gusta de verdad es andar en bici y lo que tenía claro es que quería seguir. Me cuido, creo que estoy en buena forma y que puedo seguir en el pelotón. Valverde, por ejemplo, es un fuera de clase pero ha demostrado que se pueden hacer grandes cosas con más de 40 años. Aunque, repito, es un corredor fuera de clase.

-Ese paso por grandes escuadras le deja a uno marcado para siempre, ¿no?

-Vas cogiendo experiencias, sumas años y luego todo se queda ahí, en tu recuerdo. Estoy contento con el recorrido que he hecho a lo largo de mi vida deportiva. Pero sigo ilusionado y, después de resetear de un año complicado, quiero seguir disfrutando encima de la bicicleta.

-¿Qué le pide a la temporada?

-Sobre todo y tener salud. En una montonera de Valencia ya me fui al suelo pero, bueno, fue chapa y pintura. No me refiero a la carrera de la Comunidad Valenciana sino la que hubo unos días antes de la Challenge de Mallorca. Primera carrera y al suelo. Esas son las cosas que no quiero que me vuelvan a ocurrir, mi deseo es que aquella caída sea la última del año.

-Ahora será el hombre referencia del equipo. ¿Eso le mete presión o no?

-No, la presión me la meto yo mismo esté donde esté porque quiero dar lo mejor de mí mismo. Intentaré estar a gusto y lograr buenos resultados. Mi idea es estar adelante en las carreras y luego, si no puedo llegar, pues nada. Pero siempre es la carretera la que te marca hasta dónde llegas.

-Su equipo desea volver a correr la Vuelta pero dependen de las invitaciones. ¿Es algo que le ilusiona especialmente en 2022?

-Sí, sería un objetivo muy bonito y a todos nos gustaría mucho estar ahí, pero habrá que hacer buenas carreras y esperar a ver qué dicen los responsables de la carrera.

-El calendario es muy largo, con citas claves como el Gran Premio de Estella, la Itzulia o, como decíamos, el paso por la Vuelta por el País Vasco que está muy cerca de su casa.

-Desde luego. Hay carreras en todos los sitios y lugares para demostrar lo que puedes hacer. Estella, por ejemplo si es importante por el equipo al ser navarro. Esa carrera siempre es especial, porque lo haces en casa y siempre hemos corrido allí desde pequeñitos. Tenemos que estar agradecidos a muchos responsables de todo el ciclismo que tenemos por aquí, yo veo que la gente está implicada.

-Es usted consciente de que también servirá de faro para los jóvenes del equipo, ¿no?

-Claro, yo les intentaré trasladar mi experiencia porque, afortunadamente, llevo muchos años en profesionales y es normal que te pregunten. Habrá que echar una mano en ese sentido tanto en la carreras como fuera de ellas.

-Usted viene de un pueblo como Leiza. Allí hay pelotaris como Abel Barriola y Oinatz Bengoetxea. También el legendario levantador de piedras Iñaki Perurena. en 2021 había censadas 3.000 personas. ¿Qué desayunan ustedes?

-La verdad es que es un pueblo con tradición de deporte y ojalá sigan saliendo muchos más niños y niñas en un montón de disciplinas. Es algo muy bonito, la verdad.