Imanol Erviti lamenta la retirada de Marc Soler y muestra su esperanza de que la crono de hoy ordene la clasificación y se reduzca la tensión vivida en las primeras etapas.

¿Cómo ha empezado el Tour para Movistar con las caídas?

La de Marc fue una faena porque íbamos bien colocados donde había que ir para evitar el peligro, pero una circunstancia imprevisible con el público nos hizo perderlo. Con Enric hemos salvado todo muy bien, pero a Miguel Ángel se le rompió la bici y fuimos a contrapié hasta que la segunda caída le hizo perder tiempo. Es una rabia porque hubiera sido ideal no perder nada, pero esto es el Tour. Bretaña es un terreno complicado, hay mucha tensión. Todo el mundo entrena muchísimo, cada equipo alinea a sus mejores corredores y nadie quiere bajar la guardia de primeras. Por eso vemos tanta tensión. La primera semana hay que aguantar hasta la crono, que esperemos que ordene la clasificación y llegue la calma antes de entrar en los Alpes.

¿La pérdida de tiempo de Miguel Ángel López demuestra lo bueno de tener dos líderes?

El Tour siempre da disgustos, tiene una primera semana con muchos peligros y ya vimos en el Giro que se cayó Marc y el equipo se quedó descabezado. Llevar más de un líder te salva. Siempre se nos critica por ello, pero la gran mayoría de los grandes equipos lo hacen. Y si uno está mejor que el otro le tocará trabajar para él y si es un corredor de calidad puede aportar cosas que no ofrece otro.

Miguel Ángel es un chaval que me ha sorprendido. Le conocía de compartir pelotón, pero no tenía tanto trato y es muy claro, muy abierto, muy honesto a la hora de hablar y eso facilita mucho. Nos ha sorprendido y demostró en Dauphiné que está dispuesto a ayudar a los compañeros porque fue decisión suya preparar la llegada para que ganara Alejandro. No esperó a que se lo pidiera nadie y ahí se ve su buena disposición.

Enric Mas las ha salvado todas...

Se echa de menos que sea un poco más rematador, que en los momentos decisivos tenga ese pequeño cambio de poner una marcha más, que lo ha trabajado mucho, pero tiene buenísima la regularidad y la última semana suele rendir muy bien. Va a más normalmente y eso es bueno para un corredor en una edad para seguir progresando.

¿Cómo ha visto a los rivales en los dos primeros finales en alto?

Roglic y Pogacar confirmaron que son los máximos favoritos y que parece a día de hoy que son superiores como en muchas de las últimas carreras. Son las referencias e Ineos como equipo y vamos a intentar gastar nuestra bala en el momento bueno y mientras tanto evitar peligros. La responsabilidad la tienen que asumir ellos. Tenemos dos corredores con características diferentes. Uno, Enric, es más regular y otro, Miguel Ángel, más rematador en montaña, más ganador de etapas, y son complementarios. A ver si estamos con piernas para atacar o para aguantar. Tenemos un buen equipo y nos gusta intentar movimientos, como en Dauphiné. Este año hemos rematado más y la racha no es tan desértica como la del año pasado. El equipo ha trabajado muy bien y la prueba de fuego es el Tour.

Parece un Tour diferente...

Las primeras etapas han sido de tensión máxima. La crono de la quinta etapa va a ordenar la clasificación, no en el mismo sentido de la montaña, y puede hacer que la gente tenga necesidad de desbancar a otros. Es una dinámica diferente, no me disgusta. Los Alpes nunca sabes, pero quizás parecen un poco más light que otras veces, pero los Pirineos tienen mucha dificultad.

¿Puede haber sorpresas?

Los eslovenos marcan la diferencia. Me sorprende que han corrido muy poco antes del Tour, pero los veo que tienen un nivel que no fallan y cuando es la prueba que quieren rendir marcan la diferencia. Ineos tiene un gran equipo, pero si hay alguien superior es difícil hacerle daño. Además los eslovenos tienen un buen equipo. Ineos va a tener que cambiar la forma de correr, aunque si se ponen pueden hacer mucho daño.