CICLISMO

Soto: "Cuando fui padre, o me ponía las pilas o tenía que trabajar de otra cosa"

Antonio Jesús Soto, Jorge Azanza, Ion Lazkano e Idoia Eraso repasan en AS la que será una temporada clave para el ciclismo vasco.

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Soto: "Cuando fui padre, o me ponía las pilas o tenía que trabajar de otra cosa"
FITO GONZÁLEZ

Antonio Jesús Soto (Alcantarilla, 1992) es uno de los líderes de Euskaltel. El ciclista murciano está ante su gran año, el de su consagración tras vencer la temporada pasada en Murcia y ser líder virtual de La Vuelta durante varios kilómetros. La llegada de Soto a la élite fue tardía, pero ahora no quiere desaprovechar más el tiempo porque su "motor no está explotado".

¿Cómo se presenta el año?

Bastante bien. Las sensaciones están siendo muy buenas y faltan por limar unos detalles. Arrancamos en 15 días en Valencia y esperamos coger ese punto que falta. Nos espera un año muy bonito en el que tenemos muchas esperanzas puestas.

Con la mente en La Vuelta...

La mentalidad es arrancar lo mejor posible. Dependemos de la invitación del organizador y tenemos que demostrar que queremos ir, que tenemos ganas y debemos estar allí. La única manera es arrancar bien y demostrarle a la organización que no vamos de invitados gratis.

¿Todo pasa por ser valiente?

Sabemos cuál será nuestro papel en La Vuelta. No la vamos a ganar, pero hay que ajustarse a nuestro rol. Debemos dar visibilidad, ser combativos e intentar estar en todas las fugas. Si podemos ganar alguna etapa, mucho mejor.

Se perdió el último Mundial por una lesión. ¿Lo ha superado?

Lo pasé peor con la lesión en la espalda porque le di muchas vueltas y estuve mermado psicológicamente. Con eso aprendí a madurar como ciclista. No es plato de buen gusto romperse un hueso antes de un Mundial, pero me lo tomé con calma. Me dio rabia porque era mi primer Mundial y tuve mis días, pero con la espalda estuve mal durante varios meses.

Usted empezó tarde a rodar de verdad. ¿Por qué?

Mi paso por amateur lo hice de disfrute. No le hacía caso al entrenador. Tampoco tenía en cuenta la alimentación, ni el descanso era el idóneo. Luego, me di cuenta que tenía que limar esos detalles para estar en la élite. Es cierto que he empezado a rodar tarde, pero no llevo el motor explotado. También le digo que no me arrepiento de nada.

¿Tenía otras prioridades en su etapa de amateur?

No tenía esa madurez que hay que tener. Era un niño. Tenía claro que quería ser ciclista, pero no ponía todo de mi parte. Luego, ves que pasan los años y te das cuenta de que el ciclismo no espera. Te pones las pilas o adiós.

Cuentan que la paternidad fue clave para usted...

Sí. Cuando supe que iba a ser padre, me dije: O te pones las pilas o te toca trabajar en otra cosa.

¿Se planteó dejarlo?

No tenía nada visto para trabajar, aunque mi padre tiene una empresa y eso podría facilitarlo todo. Pero mi idea no era esa. Yo lo que tenía claro es que no quería estar enfrente de una máquina porque me encanta hablar. A mí me da igual estar de cajero de supermercado porque me gusta el contacto con la gente.

Pero su vida cambia realmente en Murcia...

Murcia supuso un antes y un después. Cuando gané me di cuenta de que podía tener hueco a nivel profesional y que podía disputar etapas. Antes no era consciente.

¿Cuántas veces ha visto repetida la victoria de Murcia?

Sólo dos veces. Precisamente, esta Navidad mi padre la puso y le hice quitarla porque no me gusta el egocentrismo. No me gusta verme en la tele.

¿Le presiona ser uno de los líderes de Euskaltel?

Para nada. El equipo tampoco me mete mucha presión. Me dicen que tengo que dar un paso adelante y que soy uno de los líderes, pero no me presionan. Eso me viene muy bien porque sé que puedo llegar a un nivel alto, como en La Vuelta del año pasado.

Llegó a ser líder virtual de la carrera...

Así es. Fue en la etapa de Picón Blanco. La idea era entrar en la fuga y tuve la suerte de estar en ella. Pude disfrutar de 180 kilómetros como líder virtual en la etapa más bonita y con mucha afición.

¿Qué hay que hacer para sorprender a las súper estrellas?

En el pelotón hay gente muy buena que cuando compites contra ellos te quedan muy pocas opciones. Por eso, tienes que innovar, hacer cosas nuevas, como atacar de lejos. Sabes que en el tú a tú no les vas a ganar.

¿Cómo llevará el pelotón el adiós de Valverde?

Alejandro es mi paisano y sé que le encanta la bici. Está todo el año en forma porque no deja de entrenar. Está claro que su marcha supondrá un antes y un después porque es un referente del ciclismo. Será una pérdida muy grande. Pero Alejandro seguirá saliendo con sus amigos porque le apasiona esto.

¿Ve una locura estar en los próximos Juegos?

No hay nada imposible. Tampoco sería una locura. Hay que buscarlo y ganárselo. Sería muy bonito.

Jorge Azanza, director deportivo de Euskaltel, posa para AS.

Azanza: "Nuestra identidad es dejarnos la piel e ir a la guerra"

Jorge Azanza (Ziordia, 1982) es el director deportivo de Euskaltel. El navarro atiende a AS desde la concentración en Altea, donde prepara a su equipo para un año "ilusionante". Azanza quiere dar guerra esta temporada y asegura que Euskaltel tiene mimbres para dar más de una sorpresa. Eso sí, su gran misión es plasmar siempre las señas de identidad de un equipo con tradición.

¿Cómo se presenta el año? ¿Qué equipo tiene Euskaltel para 2022?

El equipo parece una réplica al del año pasado, pero yo le veo más potente por dos motivos. Uno de ellos es que ya tuvimos corredores que dieron ese paso la temporada pasada y se supone que este año van a tener más nivel. Los veteranos están llamados a ser importantes. Luego, tenemos un grupo de jóvenes con mucho potencial. Contamos con el mejor talento del País Vasco y nacional. Creo que esos dos factores hacen que tengamos un punto más que el año pasado.

¿Cómo van a repartirse el calendario?

Será calcado al del año pasado. Vamos a hacer el Tour de Omán que no lo pudimos hacer por la pandemia. Luego, estamos a la espera de recibir la invitación de La Vuelta.

¿Tendrán que hacer méritos estos meses para recibir esa invitación o no son decisivos los resultados?

Los méritos no son lo más determinante para estar en La Vuelta, pero siempre es importante mostrar un nivel digno y aceptable, como el del año pasado. Tenemos una identidad propia de dejarnos la piel e ir a la guerra. Esas tienen que ser nuestras armas. Pienso que este año vamos a tener corredores que van a optar a la victoria.

Pocos se imaginan una Vuelta sin Euskaltel...

Eso mismo nos dicen los aficionados y todos los medios, pero lo único que podemos hacer es demostrar que tenemos un proyecto bonito entre manos.

Tour y Giro son imposibles por ahora...

Están en otra fase. Ahora hay que centrarse para estar en La Vuelta y asentarse en ella. El año pasado la disfrutamos mucho y sería un premio importante para nosotros volver a estar.

Comenta que van a tener opciones de pelear etapas este año...

Está claro que existe un monopolio y casi siempre ganan los mismos, sobre todo en WorldTour, donde es imposible. Pero dentro de una carrera hay más cosas más allá de la victoria. Ahí tenemos que demostrar que tenemos un nivel medio alto. En las carreras de nuestra categoría hay que ir con todo y ganarlas como si fuesen del WorldTour.

No hace falta destacar las señas de identidad de Euskaltel...

Están muy claras. Queremos ser combativos, estar en las peleas y eso no se puede perder. En La Vuelta nos vino bien eso y los chicos tienen inculcada esa idea.

Muchos echan de menos los mejores años de Euskaltel. ¿Volverán?

Los buenos proyectos se fraguan a fuego lento y nosotros estamos en eso. Entiendo a la gente porque cuando yo era corredor, ganamos la última clasificación por equipos de La Vuelta y éramos un equipo puntero de WorldTour. Luego, bajamos y hemos ido creciendo en infraestructura, nivel de corredores, calendario...

La afición les quiere mucho...

Eso es cierto. La gente siente mucho cariño por nuestro equipo porque se identifica con la camiseta naranja. Siempre animan a todos nuestros corredores y eso es difícil de ver en el ciclismo porque es más de individuos que de equipos, pero con nosotros es distinto. La gente también lo identifica con un territorio donde hay tradición ciclista y en el que hay muy buenos corredores.

¿Firma un año como el del año pasado?

Lo firmo por la actitud y la implicación que tuvimos, pero creo que podemos obtener más. Los corredores nos pueden dar un puntito más y les tenemos que exigir.

¿Quién puede ser la revelación de su equipo?

El año pasado apareció Soto y se tiene que afianzar. Luego, tenemos otros corredores como Martín, Bou, Juaristi... Son ciclistas con mucho talento. Pero Unai Iribar está dando pasos de gigante, tiene una proyección impresionante y estamos asombrados con su rendimiento. Esperemos que siga así.

Idoia Eraso, corredora de Laboral Kutxa, posa para AS.

Idoia Eraso: "Los estudios son lo más importante para mí"

Dice su círculo cercano que tarda en coger el teléfono. Pueden pasar horas hasta que contesta un mensaje. Vive alejada de las redes sociales y sólo tiene 19 años. No se considera una especie rara, pero sí una chica activa, preocupada por su futuro. Y eso que la bicicleta puede darle muchas alegrías. Es Idoia Eraso (Pamplona, 2002), la joya de la corona del Laboral Kutxa.

La ciclista navarra es una de las promesas con mayor proyección del panorama nacional. La temporada pasada logró la Copa de España y el Torneo Euskaldun. En 2020, ya tocó el cielo tras proclamarse campeona de España Junior en contrarreloj. Ahora, sueña con seguir agigantando su palmarés. Idoia es ambiciosa, pero también realista. Por eso, tiene un plan B. Y un C.

Eraso está haciendo un doble grado de Infantil y Primaria en la Universidad de Pamplona. Encima, va al conservatorio porque también toca el saxofón. Apenas tiene ratos libres porque a toda esa actividad le añade cuatro horas de entrenamiento encima de la bici. "No tengo claro que seré de mayor, pero los estudios ahora mismo son lo más importante para mí. Me gustan mucho los niños y quiero ser profesora, pero no descarto para nada la bicicleta. Hay momentos durante el año que vivo más agobiada, pero con una buena organización todo se puede hacer", admite Idoia a AS.

La joven promesa del Laboral Kutxa empezó haciendo triatlón. Encontró en el deporte una vía de escape para "quemar toda esa actividad" que le impedía "dormir bien por las noches". Pronto, se dio cuenta de que la bici era lo suyo y las victorias empezaron a llegar. Eraso tiene como referente a la ciclista Sheyla Gutiérrez, de la que destaca su "valentía". Pero Eraso tiene su propia personalidad.

"Espero estar como el año pasado. Hay mucha ilusión con este equipo y esta temporada hemos dado un paso más porque nos conocemos más. La unión nos va a hacer crecer. Mis compañeras no pueden pedalear por mí, pero sí pueden hacer que yo ande mejor", afirma Idoia Eraso.

Un proyecto con tres años de vida, pero muy ambicioso

Idoia Eraso es la joya de la corona del Laboral Kutxa-Fundación Euskadi. El proyecto apenas cuenta con tres años de vida, pero está derribando muros a una velocidad de vértigo. Ion Lazkano es el director deportivo de un equipo que milita en la segunda categoría del ciclismo, aunque ahora mismo la obsesión de la Fundación es crecer. Eraso forma parte del ramillete de corredoras jóvenes que le dan colorido al Laboral. El 85% de sus integrantes son del País Vasco y su media de edad es "muy corta", según Lazkano.

El proyecto empezó a dar pedaladas casi en plena pandemia. La Fundación vio la necesidad de motivar a las corredoras en una época complicada, cuando "muchas ciclistas, frustradas, estaban colgando la bici". Poco a poco, Laboral fue recolectando corredoras hasta el punto de firmar un 2021 "muy bueno". Lazkano es consciente de que el ciclismo femenino está en alza y quiere mantenerse en el barco. "España está bastante bien posicionada a nivel mundial. Se ve que hay una ola, un movimiento y nosotros queremos seguir en esa ola. Además, Laboral ha conseguido transmitir los valores de la Fundación y que se vea un maillot con carácter y combativo", afirma Lazkano.