"Saiz tampoco creyó en mí en 1991"

¿Le recuerda esta Vuelta a la que ganó usted en 1991?

—Sí, señor. Desde los primeros días ya me empezó a recordar a aquella Vuelta. Cuando Nozal se puso líder, pensé que quizá podía ser la sorpresa. Viéndole cómo subió los dos primeros grandes puertos , el Fito y el Escudo, ya me dije: "Ojo con Isidro". Aún le quedaba la contrarreloj de Zaragoza y sabíamos que era un buen especialista.

Entonces, ¿qué le puede hacer perder la Vuelta a Nozal?

—Falta por saber si será capaz de resistir tres semanas al mismo nivel. De momento sí ha aguantado tres duros días en los Pirineos. Su mérito es que, sin dejar de trabajar, se ha mantenido de amarillo.

En definitiva, ¿Nozal puede ganar la Vuelta igual que usted?

—Sí, puede ganarla.

Sin embargo, el propio Isidro dice que él sigue siendo gregario y que no se ve capaz de ganar.

—Quizá le ocurre lo mismo que me pasó a mí. Yo al principio no me creía que pudiera ganar la Vuelta.

¿Y cuándo se dará cuenta de que la puede ganar?

—Con el día a día. Ahora la próxima cita es la contrarreloj de Albacete, donde seguramente aumentará su ventaja. Llegará un momento en el que se dirá: "¿Y por qué no puedo ganar la Vuelta?"

Manolo Saiz sigue teniendo dudas al respecto.

—Manolo sabe que cada día que pase juega a favor de Nozal, porque se lo irá creyendo. Seguro que después de los Pirineos ya va pensando de otra manera.

¿Por qué sigue entonces apostando por Igor Galdeano?

—Porque Igor es capaz de aguantar tres semanas, mientras que Nozal aún no lo ha demostrado.

¿Esa tozudez de Manolo en favor de Igor es igual a la que tuvo con usted y Marino Lejarreta en la Vuelta de 1991?

—Hasta los últimos días de aquella Vuelta, Manolo no creyó que yo podía ganar la Vuelta. Hizo tácticas en favor de Marino, que a mí me perjudicaban. Sobre todo en los Lagos y en el Naranco, donde le mandó atacar, sin pensar en que aquello iba en contra de mis intereses.

¿Pudo usted perder la Vuelta por aquellas tácticas?

—Sí. Con aquellas tácticas se podía haber logrado el efecto contrario. Es decir, que la ONCE no ganara la Vuelta ni con Marino ni conmigo y se la hubiéramos dejado a Indurain.

¿Y no se lo dijo en esos días?

—Claro que se lo dije, pero Manolo es como es. Él hace las cosas pensando en los intereses del equipo, pero entonces perjudicaba los míos.

¿Se equivocó también Saiz con Nozal en la primera de Pirineos?

—Quizá se equivocó mandando a Nozal tirar tan pronto en el Aubisque. Quedaba mucho y podría haber esperado a que enlazaran Azevedo y Serrano para que estos hicieran el trabajo. Isidro luego pagó el esfuerzo, tuvo un bajón y perdió tiempo.

¿Cómo le cambiará la vida a Nozal tras esta Vuelta?

—Como me ocurrió a mí, Nozal tendrá un antes y un después de esta Vuelta. Se convencerá de que puede hacer más cosas, subirá su caché y será más tenido en cuenta por los medios.

¿Le gusta como contrarrelojista?

—Sí, mucho. Si Nozal se mentalizara para el el próximo Mundial, podría ganar el oro.