En su primer años en profesionales, en la atípica temporada 2020, Roger Adriá (Barcelona, 22 años) dejó muestras de la calidad que había demostrado en amateur (ganó la Copa de España 2018) en una de las carreras más esperadas, la Vuelta a Burgos que significó el regreso del ciclismo tras el parón por la pandemia. Aquella cabalgada camino del Picón Blanco que se quedó sin premio, al menos sirvió para que muchos aficionados apuntaran su nombre. Ahora su equipo, el Kern Pharma que continua en profesionales la filosofía del Lizarte, ha ascendido a categoría Continental Profesional en la que optará a estar en las citas del World Tour y Adriá debe ser una de las referencias de la joven formación. De momento, ya saben que disputarán la Volta a Catalunya, la carrera de su tierra.

Usted ha formado parte del Lizarte en amateur, pasó a profesionales con su proyecto profesional, el Kern Pharma, y ahora ha ascendido con la formación a segunda categoría. ¿Qué ambiente respira de este debut en la élite?

Que vamos a afrontar este reto con mucha ilusión y con mucha ambición. Tenemos ganas de dar este salto, demostrar el nivel que tenemos y brillar en el pelotón internacional.

¿Es una ventaja para un ciclista joven dar estos pasos dentro de la misma estructura?

Sin duda. Es una ventaja porque esta es mi segunda familia. Vamos subiendo de categoría, teniendo retos más ambiciosos, pero con el mismo ambiente que tenía en Sub-23, por ejemplo.

¿Qué balance hizo de 2020, su primer año en profesionales?

Fue un buen año para ser mi primera temporada en la categoría profesional.. pero me quedé con ganas de ganar, como aquel día del Picón Blanco. Pero sí quedé satisfecho. Cada año voy progresando y mejorando físicamente. También me voy cuidando más y eso lo estoy notando en la carretera, espero que también se empiece a notar en la competición.

¿Le impresionó mucho correr con muchas de las estrellas del pelotón? ¿Le llamó alguno la atención especialmente?

De primeras te impacta, porque te ves en el mismo pelotón con ciclistas a los que has visto en la televisión ganar las carreras más importantes del mundo. Los primeros días me fijaba mucho en Valverde, por ejemplo. Y lo sigo haciendo, pero poco a poco te vas acostumbrando a competir con ellos.

¿Cuál debe ser la línea del equipo este año?

Humildad y ambición. Sabemos quiénes somos pero no renunciamos a nada. Ser una plantilla tan joven nos puede quitar algo de presión, pero ni un ápice de ambición. Y ya estamos viendo en el ciclismo actual que los jóvenes son capaces de cualquier cosa.

¿El objetivo es ser protagonista en cada prueba?

Tal y como están las cosas con la pandemia y sin saber qué carreras se van a disputar... creo que nos vamos a tomar cada carrera como si fuera la última, ¡como si fuera el Tour de Francia!

De momento, estarán en la Volta.

Sí, la voy a preparar con mucho mimo y muchas ganas. Es una carrera que he visto pasar por casa y me hace una ilusión tremenda.

Usted llegó a jugar al fútbol en las categorías inferiores del Espanyol. ¿Lo sigue prácticando?

No, no... no es nada compatible con el ciclismo. Pero es un deporte que me sigue gustando mucho. Como aficionado lo sigo, me encanta ver partidos, soy del Barça y veo todos los que puedo.