Al otro lado del teléfono, la voz de Alejandro Valverde transmite hastío e incertidumbre. Desde su encierro en Murcia percibe que la temporada podría darse por perdida, a pesar del anuncio de la UCI de recuperar la actividad en verano. «Aquí estoy, haciendo rodillo, con los niños, menos mal que tengo una casa grande y ellos pueden jugar al fútbol, tenis o montar en bici».
- Un mes de confinamiento ¿Cómo lo lleva?
- Intento organizarme. Me levanto a las siete, hago rodillo durante una hora y cuarto, desayuno, luego estoy con la familia, por la tarde gimnasio y core.
- ¿Qué echa más de menos?
- Que me de el aire en la cara, salir con la grupeta de acá para allá, ir con la familia a cenar, al cine... ¡Tantas cosas!
- La UCI ha decidido las fechas del Tour, Giro y Vuelta. Pero nadie garantiza que esto sea definitivo. Todo depende de la pandemia.
- Claro, a ver cómo evoluciona todo. Todavía queda mucho hasta el verano. Es importante que se celebre el Tour, pero mirando cómo está pintando todo esto, que no va nada bien, no sé qué pasará
- El alcalde de Los Ángeles dice que en su ciudad no se organizarán eventos deportivos hasta 2021. ¿Usted está mentalizado que puede perder un año de competición
- Todo es muy complicado, queremos que haya deportes, pero siendo realista veo muy negro que este año podamos correr. Al principio del confinamiento no me hacía a la idea de perder este año, pero viendo cómo avanza todo, cada vez lo voy pensando más. Te cuidas y entrenas con el rodillo, pero lo haces con poca motivación. No puedes hacer trabajos específicos, porque no sabes cuáles serán tus objetivos.
- ¿Si se pierde este año, podría atrasar su retirada?
- Vamos a verlo. La verdad es que todo esto supone un cambio drástico, hay que valorar todos los aspectos. Es posible que retrase la retirada, pero vamos a ver cómo pasa todo esto y luego ya decimos.
- ¿La disputa del Tour en agosto podría modificar el plantel de favoritos. Froome y Dumoulin tendrán más tiempo para recuperarse?
- Puede ser, pero yo creo que Tour, Giro y Vuelta serán carreras muy atípicas, con resultados muy diferentes a los de las fechas habituales. El cuerpo está acostumbrado a una rutina y a unas temperaturas concretas. Además, el hecho de estar un periodo largo en casa va influir mucho. El cuerpo se acostumbra a todo y gracias a las aplicaciones de última generación de los rodillos, todo es más fácil, simulado muy bien los recorridos de la carretera, pero algunos están haciendo auténticas barbaridades con entrenamientos de cinco o seis horas seguidas. Esto no tiene sentido porque desconocemos cuáles serán los objetivos más cercanos. El rodillo te quema física y mentalmente.
- ¿Participar en las tres grandes rondas será imposible?
- Sí. A ver qué pasa con la Vuelta en noviembre y con el clima que pillamos. Yo creo que habría que cambiar el recorrido, igual que han modificado las fechas, que cambien el recorrido. Este año, el trazado pasa por la zona norte, las más fría, por lo que habría que buscar regiones más cálidas y puertos que se puedan subir en esas fechas. Todo quedará muy desvirtuado.
- ¿Ahora su principal meta será el Mundial de Suiza, que presenta un perfil montañoso?
- No sé. Con este tema tan complicado que tenemos es difícil plantearte algo.
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