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Entrevista

Óscar Pereiro: "Los ciclistas que se doparon y lo admiten ahora son unos egoístas"

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El ganador de la Grande Boucle en 2006, analiza en EL MUNDO el ciclismo actual, sus recorridos, sus corredores, el dopaje...

Sergio Enriquez-Nistal. 16/07/2019. Madrid. Madrid. Oscar...
El exciclista gallego Óscar Pereiro Sergio Enriquez-Nistal MUNDO

El 20 de septiembre de 2007 ganó el Tour de Francia en los despachos, aunque el maillot amarillo que se llevó finalmente a su casa fuera el de verano de 2006. Óscar Pereiro (Mos, Pontevedra, 1977) analiza el ciclismo actual, sus corredores y sus recorridos, con la seguridad y el conocimiento de alguien que es ganador de la ronda gala. Palabras mayores para alguien que nunca había pensado en ganar una gran vuelta, pero que terminó viéndose vestido de oro en la etapa más famosa de su carrera, aquella de la escapada con final en Montelimar. Trece años y un positivo de Landis después, Pereiro es ahora embajador de la Vuelta a España, donde entrega el premio en el podio al ganador de cada etapa y en la que ya no porta un maillot, sino el cubo de reciclaje de Ecovidrio para intentar promover la sostenibilidad entre los asistentes y espectadores.

¿Es pronto para analizar la próxima edición de La Vuelta?
Hasta que acabe el Tour no se sabe. Pero creo que en la Vuelta, más allá de nombres propios, hay que dar la enhorabuena a la organización y a quien diseña el recorrido porque han conseguido que en los últimos cinco o seis años se decida en el último día. Que los periódicos y las televisiones hablen de ello. Esa es la clave.
¿Cree que el Tour ha copiado algo el estilo de La Vuelta en su último recorrido? Esas famosas, amadas y criticadas, cuestas de cabras...
Antes ibas al Tour y sabías que las seis primeras etapas eran al esprint y que los favoritos competían a partir de la segunda semana, podías permitirte empezar al 70%. Ahora desde el tercer día tienes guerra. En este aspecto creo que La Vuelta ha ido por delante y al final mira, hay que ver las audiencias. Esas cuestas de cabras, que yo a veces también digo: ¿No os estáis pasando? Algún día los ciclistas se van a plantar, pero la realidad es que las audiencias en esas ocasiones son brutales, y ves a más gente en la carretera que en muchos puertos tradicionales. Tienes que dar lo que demanda la gente.
El esprínter Greipel levantó la bici a su llegada a La Planche des Belles. Broma y a lo mejor un poco de protesta...
Tienen que estar pasando momentos complicados. Para un esprínter puro como los de antaño es muy difícil sobrevivir en el ciclismo actual. En La Vuelta vas a sufrir 18 días e intentarlo tres, y si el Tour coge esa misma dinámica... Será difícil para ellos.
Están de moda corredores más completos que sean capaces de ganar en varias circunstancias.
Esa especie de esprínter puro se está acabando. Matthews a veces parece un escalador, Van Aert, Van der Poel... Los esprínters son más finos que antes y el peso también es importante para adaptarse a todo. Ha evolucionado todo para que el ciclista sea más total. Antes había esprínters, rodadores, escaladores y contrarrelojistas, ahora hay clasicómanos y gente para las grandes vueltas. Alaphillipe era clasicómano hasta antes de ayer y ahora estamos hablando de si puede aguantar de amarillo.
¿Y dónde deja todo esto a los españoles?
Creo que por tradición a lo que le damos valor es a las grandes vueltas. Si Óscar Freire hubiera nacido en Bélgica sería Dios. ¿Por qué? Ellos ven ciclismo, no ven las grandes vueltas. Estoy convencido de que si haces una encuesta en las calles de España sobre los mejores ciclistas de la historia, se olvidan de Freire. Mundiales, San Remo, etapas en el Tour... Pero valoramos más las grandes vueltas. Falta tener la cultura ciclista que tienen en Bélgica y Holanda.
El otro día descubrí que se puede apostar a ver quién queda delante de quién en una etapa, incluso en el puesto 50. ¿Eso no perturba el ciclismo?
Todo lo que entre dentro de las apuestas va a tener la cortinita del 'y si...'. Lo desconozco, en mi época no existía eso.
Sobre el dopaje, el ciclismo lleva varios años de limpieza.
Pero siempre sale el tema. Es algo que nunca se va a olvidar. Es una mancha, por mucho que hagas la marca la vas a tener. Se han cometido errores y hay mucha gente fuera del ciclismo, y hace años que se ha tomado la dirección correcta. Espero que la UCI proteja su deporte. Yo siempre he dicho que el ciclismo es uno de los deportes que más se controla, uno de los más sanos, y de los pocos en el que el propio deportista cede parte de su sueldo para que le controlen.
¿Cómo se trata dentro del pelotón al ciclista sancionado?
Es muy sencillo. Si un amigo o familiar da positivo por alcoholemia, ¿cómo se le trata? ¿es un delincuente o alguien que ha infringido la ley? Hay unas normas y tienen que sancionarle. Yo he tenido compañeros de equipo sancionados que han dormido, comido y cenado conmigo, que son amigos y para mí no dejan de ser la misma persona. Una persona que ha cometido un error y que tiene que ser sancionado y pagar por ello, pero me niego a que alguien que infringe una norma deportiva sea tratado como un delincuente
El libro de Millar, aquellas declaraciones de Landis, el caso Armstrong... ¿En el pelotón se sigue hablando de ello?
Yo creo que hubo un punto y aparte. Yo lo de los libros y tal lo veo bien, el arrepentimiento es una manera de que uno libere un poco su alma, pero a la vez creo que esa liberación debería venir acompañada de la devolución de lo ganado. Es fácil manchar al ciclismo actual con tus declaraciones y que tú quedes intacto. Si yo dentro de diez años digo que he robado cuatro coches, tendré que pedir perdón al dueño. No sé... No voy a decir lo que pienso...
(...)
Es que me parece injusto y egoísta por parte de todos aquellos que lo hacen a toro pasado cuando saben que no les va a pasar nada, están fastidiando a nivel social a los que corren. Es echar mierda a un deporte del cual ya no formas parte, en cada época hay unas normas diferentes y es un deporte diferente. Si Millar está arrepentido, perfecto, pero que devuelta todo lo que haya ganado y que trabaje como un mileurista, que es lo que estaríamos haciendo todos si no hubiéramos estado encima de una bicicleta. El arrepentimiento tiene que ser total, no sólo de boca.
Le quiero preguntar por el nivel del ciclismo actual.
Es mucho más profesional que antes. No tiene nada que ver ya con lo de hace diez años. Ahora en cada equipo hay un nutricionista, un cocinero... Thomas De Gendt, por ejemplo, publica todos los días su cena y yo pienso: con eso no podría montar en bici al día siguiente. Hay días que sólo come verdura, casi sin hidratos y antes te metían en la cabeza que tenías que tomar pasta. Los corredores tienen menos descanso y no ves el desfase de peso que cogíamos nosotros, que tenías tres meses en los que prácticamente comías una manzana al día para adelgazar. Los ciclistas están al límite del cuerpo humano, ves a Valverde con 58 kilos... Hostia, eso es estar al límite de la enfermedad.
En el Tour se ha visto a Valverde, un campeón del mundo, tirando del pelotón.
¡Y sabe hacerlo! Define la humildad que tiene. Es un compañero de la leche y cualquiera que se sienta con él dos minutos descubre lo cercano que es.

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