¿Cómo marcha ese proyecto #GoTorresGoMora de cara a la pista y a Tokio 2020?

Vamos por el buen camino. Cerramos 2018 con un podio como terceros en la Copa del Mundo, y en 2019 como año preolímpico sentaremos las bases de una buena preparación y la clasificación para los Juegos, nuestro objetivo último.

En 2019 lucirá los colores del Caja Rural en su paso a la carretera.

Y me siento muy orgulloso de que llegara esta oportunidad tan bonita. La reclamaba desde ya hace tiempo. Se trata de la recompensa al trabajo que realizamos tanto Albert Torres como yo.

¿Se valora lo suficiente el velódromo en España?

No. Por eso hablo de aprovechar la ocasión que me brinda Caja Rural. Nos gustaría que tuviera más visibilidad y que se tuviera más en cuenta la versatilidad y el esfuerzo que podemos ofrecer. Sin embargo, las cosas funcionan así y no hay que lamentarse, sino mirar hacia delante y devolver la confianza depositada.

Ha firmado un contrato de una campaña.

Así es.

¿Su misión?

Conducir a los velocistas del equipo en los kilómetros finales, reducir su desgaste, tapar huecos y lanzarles. Y además, proteger a los líderes en las carreras a las que aspiren a triunfos.

¿Disfrutará de libertad?

Primero hay que comprobar qué calendario me corresponde durante mi temporada de debut. Prefiero sacrificarme por los compañeros, aunque todo puede tocar.

¿Resultará complicado compatibilizar pista y carretera?

No lo creo, no se solapan los programas. Pienso que sólo me ausentaré unos días para nuestro entrenamiento de cara al Mundial. El plan pasa por empezar en Mallorca, acudir a Comunitat Valenciana, donde una jornada sale de Vila-real, desde mi casa, y me ilusiona enormemente, Murcia, Almería, una concentración para el velódromo y retomar el calendario del Caja Rural.

¿Cómo ha sido la acogida en su nueva escuadra?

Perfecta. Sobre todo, arropado por los veteranos, Pardilla y Molina. De hecho me vieron por Eurosport en la Copa del Mundo y me felicitaron por el tercer puesto. Me respaldan y yo les apoyaré en lo que me pidan.

¿Y sus ambiciones personales para 2019?

Nos encantaría conquistar el arcoíris en la madison del Mundial. Supondría un importante plus de moral para Tokio 2020. Nuestra mentalidad se basa en el trabajo diario, Tokio aún está muy lejos, pero se trata de un anhelo: sólo nos falta esa medalla para la colección.