-Cierra 2017 como el número uno del ranking World Tour y con cuatro grandes clásicas, Het Nieuwsblad, E3, Wevelgem y Roubaix. ¿Cómo definiría su temporada?

-Como la mejor de mi vida por el prestigio y la repercusión de mis resultados. Fui competitivo durante todas las clásicas de primavera y dominé el pavés. Conquisté mi primer monumento, París-Roubaix, algo que nunca creí que conseguiría. En el Tour hice lo que pude, ya que no me iba tan bien como a Sagan o a Matthews. Y en las carreras de Canadá y el Mundial rendí para acabar como líder UCI, una clasificación que demuestra mi regularidad y que me gustó ganar.

(A los éxitos mencionados, Van Avermaet, de 32 años, añadió el Tour de Luxemburgo y dos de sus parciales para sumar siete triunfos).

-¿Dónde residió la clave?

-En la preparación de invierno. Paré durante seis por una fractura de tobillo. Me benefició el reposo y tomarme las cosas con calma, en progresión, para llegar más fresco a los objetivos. Repetiré el programa de cara a 2018.

-¿Cuál será su mayor reto la próxima campaña?

-Vencer en el Tour de Flandes. Se trata de la competición que cualquier belga desea ganar. He quedado dos veces segundo y una tercero. Acariciar la victoria provoca que la quiera con más fuerzas. Aparte, considero que en el Mundial dispondré de una buena oportunidad. La gente dice que el recorrido se adapta a los escaladores, que resultará demasiado exigente para mí, pero escuché cosas parecidas de los Juegos de Río y me llevé el oro. También me motivaría repetir en Roubaix, aunque pienso que nada igualará mi primer triunfo en la despedida de Boonen, una leyenda en mi país y un amigo.

-¿Disputará Giro o Vuelta? Le falta una etapa en Italia para completar la colección en las tres grandes.

-No necesito una segunda prueba de tres semanas en mi calendario. En primavera me centro en las clásicas y en otoño, en Montreal, Quebec y el Mundial. Veremos más adelante.

-Por último, valore el positivo de Samuel Sánchez, su compañero en el BMC.

-No le conozco mucho, ni es mi amigo. Lo que hizo no fue muy inteligente por su parte. Estaba cerca de la retirada, no entiendo por qué decidió buscarse esos problemas. Al equipo nos dejó en shock, no tuvimos relación.

(Van Avermaet quedó absuelto en 2015 tras una acusación de la Federación de Bélgica por uso prohibido de ozono: “Siempre declaré mi inocencia, la pesadilla pasó”).