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Tras ser examinado por la mañana en el hospital, Landa sale en bicicleta en la tarde de ayer.
«Me quedará la duda de si hubiera estado con Nairo»
GIRO ITALIA

«Me quedará la duda de si hubiera estado con Nairo»

Hoy estará en la contrarreloj de un Giro de Italia que ha perdido por un accidente, con la esperanza de pegar a tiempo las piezas de su pierna dañada y poder usarla a tope en la última semana

J. GÓMEZ PEÑA

Martes, 16 de mayo 2017, 07:20

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No es mal sitio Asís para reconstruirse. A la vista de la basílica dedicada al santo que hablaba con los animales está en hotel Crisallo, donde Mikel Landa duerme tras la caída del domingo que le costó sus opciones en el Giro y que casi le obliga a retirarse. Sentado en la terraza, el ciclista alavés habla de su proceso de restauración interior, pieza a pieza. Por la mañana, una ecografía y una resonancia descartaron la lesión muscular. Por la tarde, Landa se enfrentó al dolor. Salió a rodar veinte minutos. Lo soportó. Hoy estará en la contrarreloj de un Giro de Italia que ha perdido por un accidente, con la esperanza de pegar a tiempo las piezas de su pierna dañada y poder usarla a tope en la última semana. Asís es un buen refugio para la fe.

- ¿Qué tal durmió tras la caída?

- Bien. Y no me he levantado demasiado mal. A peor no ha ido.

- ¿Ha visto el vídeo del accidente?

- Quince veces por lo menos. Nos encontramos una moto mal aparcada en un sitio en el que no tenía que estar. Los corredores que iban por la izquierda no la esquivaron. Cayó uno y los demás fuimos encima.

- Justo ahí comenzaba el ascenso al Blockhaus. Punto clave.

- Sí, nosotros estábamos bien colocados. Desde hacía unos kilómetros teníamos esa posición y pasó lo de siempre, que todos queremos entrar delante en el último momento.

- Tras la caída se levantó enseguida, pero hizo un gesto de dolor.

- Nada más montarme en la bici lo noté. Sebastián (Henao) estaba a mi lado y me dijo 'vamos', 'vamos', pero no podía hacer fuerza con la pierna izquierda. Me dolía muchísimo.

- ¿Con qué se golpeó?

- No lo sé. Quizá con alguna bicicleta. No creo que fuera contra el suelo. También tengo un corte. No podía dar pedales. Al principio pensé que el dolor iba a ir menos, pero no.

- ¿Llegó a plantearse la retirada?

- No. Era el último puerto y veía que podía llegar a la meta. Lo primero que le pregunté al médico es si era posible que me hubiera roto la pierna. Me dijo que no, que si me la hubiera roto no habría podido ni levantarme del suelo.

- El accidente le llegó en un buen momento de forma.

- Estaba bien, muy bien. La etapa había sido dura y yo notaba buenas sensaciones.

- ¿Cómo fue esa hora de subida en cámara lenta hasta el Blockhaus?

- Se me hizo eterna. No pasaban los kilómetros. Ni podía seguir a los compañeros. Se quedaron conmigo Luis León Sánchez y Tiralongo, que corrieron conmigo en el Astana. Iban dándome ánimos. Para colmo se me enganchó una gasa en la bici y tuve que pararme en la mediana, desesperado. Pero, bueno, empecé a pensar en que afortunadamente venía una jornada de descanso y que también iba a tener el día de la contrarreloj para recuperarme e intentar hacer algo en el final del Giro.

- El año pasado se retiró por una gastroenteritis, ahora esto. No tiene suerte en esta carrera.

- Pues no. Llevo dos años horribles.

- También perdió tiempo por culpa de la misma caída su compañero Thomas. El Sky se queda sin candidatos al Giro. ¿Cuál es el objetivo ahora?

- Pelear por una etapa y buscar una motivación que me permita seguir disfrutando del Giro. Me gustaría verme en las etapas del final con los mejores. Eso me confirmaría que puedo hacerlo, que estaba bien. Y hasta disputar el maillot de la montaña. La verdad es que ahora mismo se me han roto todos los esquemas.

- Mejor seguir en carrera que volver a casa a darle vueltas a la ocasión perdida.

- Todo depende. Tengo que aprovechar este momento porque sé que estoy muy bien. Irme a casa ahora sería una pena.

- Se queda con la duda de si podría haber estado a la altura de Quintana.

- Ya. Me va a quedar esa duda. Pasaron muchas cosas. Hubo favoritos que anduvieron menos de lo esperado.

- ¿Cómo ha quedado la moral del equipo?

- Tocada. Thomas también estaba muy bien. Ha sido una pena.

- La cena tuvo que parecer un funeral.

- Bueno, yo me libré porque llegué antes. Me trajeron en helicóptero. Fue lo único bueno del día. Cené solo, con un par de auxiliares. Fue una noche de mucha rabia.

- Por edad tiene tiempo para darle la vuelta a esta mala suerte en otras ediciones del Giro.

- Eso espero. Confío en que esto se quede en una mala anécdota. Ojalá el año que viene pueda decir que aprendí algo de todo esto.

- Acaba contrato con el Sky al final de esta temporada. ¿Cómo cree que puede afectar este tropiezo?

- No creo que influya. Con la edad que tengo, el equipo que me renueve o me fiche lo hará por lo que puedo hacer, no por lo que he hecho.

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