Desde el 28 de enero hasta el 9 de febrero, Mikel Landa ha acunado en las laderas del Teide la que debe ser la temporada de su restauración. Se niega a declarar que el año pasado fuera frustrante para él, aunque sí admite que acusó el salto del Astana al Sky, de gregario a líder.
La conversación es telefónica. Le cuesta un poco soltarse a hablar. Afectado por un virus, primero, y después por una lesión complicada en la cadera, no cumplió las expectativas en 2016. Hoy todo parece resuelto. Hasta ha esquivado los azotes salvajes del clima en este arranque de 2017. Donde pisaba, aparecía el sol; cuando se marchaba, rugían los temporales. Un buen augurio.
- Al fin todo le marcha sin sobresaltos.
- Hemos estado tranquilos. Buen tiempo, entrenamiento, descanso... Ver la tele es la diversión mayor del día, creo. Entre que pasas medio día en bici y vas con una hora de retraso... ![risas] ¡No te enteras de nada!
- ¿Qué tipo de trabajo?
- Toca meter horas en este periodo del año. El miércoles hicimos cinco horas y el día anterior seis y media, el día más largo de toda la temporada. He completado entrenos y carreras más largas, pero es cierto que los últimos dos últimos inviernos han sido diferentes, tuve que empezar más tarde y a contrapié. El jueves, con hacer la maleta ya tenía suficiente labor.
- ¿Considera que el año pasado fue frustrante?
- Mmm... No, pero fue difícil. Hubo momentos buenos y malos. Ahora lo que tengo es muchas ganas de correr y volver. Lo pasé mal cuando renuncié a la Vuelta o tuve que abandonar el Giro. Pero también fue una alegría ganar en casa una etapa de la Vuelta al País Vasco, por ejemplo.
- Usted no tiene término medio. O rompe con todo... O se rompe.
- [Risas] No lo sé... Ahí está el encanto de cada uno.
- ¿Ha aprendido algo concreto del año pasado?
- La lección de siempre: aprovecha el momento cuando estás bien, porque es fácil estar mal. Mi deseo es aprovechar y disfrutar al máximo los buenos momentos.
- Se le nota más centrado. ¿Es cierto?
- El año pasado fue de mucho cambio. No sólo era ir a un equipo nuevo y diferente, sino que también mi rol era distinto. Pasaba de gregario, de corredor inadvertido en el Astana, a líder en el Sky. Fue un cambio bastante grande. Después de haber superado ese año, lo estoy afrontando todo con más tranquilidad y yo tambén lo noto: estoy más tranquilo, más relajado.
- ¿Como afrontan los corredores el último año de un contrato? ¿Inquietud? ¿Necesidad de demostrar para seguir en este equipo o fichar por otro?
- A cada uno le afectará de una manera u otra. Yo es que ni lo pienso. La temporada es muy larga. El que te quiera en este equipo o en otro equipo será por lo que puedas hacer con él en el futuro, así que lo mejor es centrarse en hacer las cosas como si no tuvieran consecuencias. Estando relajado y más tranquilo, seguro que sale todo mucho mejor.
- En el Teide se habrá cruzado con Contador. ¿Cómo lo ha visto?
- Coincididmos con él y otros compañerso del Trek. Ahora han llegado los del Bahrain, con Vincenzo Nibali. Con Alberto apenas coincidiamos ningún día, pero yo siempre le veo bien: carrera a la que va, es protagonista. Normalmente, aunque coincidamos con otros ciclistas y aunque tengamos una buena relación, cada cual tira para su grupo y hacemos rutas diferentes. Yo he estado con Mikel Nieve y Diego Rosa.
- ¿Se muere de ganas de debutar en Andalucía después de tanto sin competir?
- Sí, el 15 febrero es muy buena fecha para arrancar. Terminé la temporada en octubre, pero después del Tour solo hice San Sebastian, Milán-Turín y Lombardía, así que tengo ganas de estar en la salsa otra vez.
- ¿Qué esperamos de su debut en la Vuelta a Andalucía?
- Estoy en buena condición, los números entrenando están muy bien, pero llevo mucho tiempo sin competir y la gente que viene más rodada de Valencia y del Tour Down Under lo tendrá mejor. Será complicado para mí estar disputando la carrera. Espero hacerlo bien, defenderme y salir de Andalucía con un buen sabor de boca. Estoy seguro de que daré buen rendimiento.
- ¿Volverá a Tenerife?
- Después de Andalucía, no. Pero antes del Giro sí me gustaría volver.
- Vamos al Giro. La participación exige tanto como el recorrido.
- El Giro cuenta con una participación buenísima, la mejor de los últimos años, que yo recuerde. Esperemos que salga una carrera bonita para el espectador. Me gusta más que haya tantos corredores buenos, que sea más difícil de controlar la carrera. Eso la hará más bonita.
- Y a usted le han puesto a Geraint Thomas en el equipo. ¿Qué le parece?
- Yo lo veo bien. Thomas es un corredor muy bueno, por eso va a ser líder del equipo él también. Podemos compaginar muy bien nuestros puntos fuertes y hacer un equipo más potente a nuestro alrededor. No sé si voy con el 1, no hemos hablado de eso. Creo que partiremos los dos en igualdad de condiciones y luego la carrera irá diciendo quién está mejor y quién tiene más opciones.
- Thomas nunca ha subido al podio de una grande. Landa, sí. Entonces, en teoría, debería estar por encima.
- Sí, quizás... No lo sé. También él es muy bueno en contrarreloj y hay bastantes kilómetros en el Giro.
- La crono que hizo en el Giro 2016 fue esperanzadora. ¿Ha pulido más detalles?
- Ya el año pasado metí bastantes horas con la cabra y este año he seguido la misma dinámica, así que sí me veo mucho más suelto y más cómodo, lo que me da más confianza para afrontar cualquier contrarreloj. Desde mayo han pasado muchos meses, he seguido trabajando y voy más cómodo que entonces.
- ¿Calcula cuánto puede haber ganado?
- Ni idea, por mucho que entrene o hagas cálculos mentales, hasta que no estés en la carrera y te midas con tus rivales no puedes sacar conclusiones.
- Favoritos para el Giro. Nibali, Quintana...
- Yo veo a los dos como máximos favoritos, aunque quizá vea a Nairo por encima de Vincenzo.
- ¿Y si se frena pensando en el Tour de Francia?
- Ha empezado muy fuerte la temporada, es un corredor muy ambicioso. Carrera a la que va, carrera a la que va a dar el máximo Y para disputar este Giro va a necesitar estar al 100%. Hay muchos rivales y no creo que pensando en el Tour sea capaz de ganar el Giro.