Carlos Barbero: “Una victoria vale más que diez segundos”

Carlos Barbero (Burgos, 29 de abril de 1991) llega al Movistar Team después de cinco años de maduración natural: tres años de Continental con Orbea (2012) y Euskadi (2013-14), dos años como Pro Continental en Caja Rural-Seguros RGA (2015-16) y un esperado salto al WorldTour que vive con cautela y ganas de “aprovechar” la oportunidad.

El burgalés, que tiene 25 años, es uno de los corredores rápidos más prometedores del panorama español de los últimos años. Le avalan ocho victorias desde su salto profesional y varios puestos de honor, como dos medallas en los nacionales, de bronce y plata. Sin embargo, él lo tiene claro en esta entrevista con zikloland.com: “Ya puedes hacer diez segundos puestos, que al final lo que vale más es la victoria”.

Inconformista y temperamental, tiene claro que quiere superar un 2016 sin victorias, entre otras cosas a causa de diversas lesiones. En un equipo como Movistar Team, sabe que tendrá menos libertad que en Caja Rural, pero este estudiante de Ingeniería quiere aferrarse a sus opciones. “La temporada es larga y oportunidades las habrá, otra cosa es saber aprovecharlas”, explica.

¿Este fichaje era algo que esperaba?
Al final, siempre estás corriendo para acabar en un equipo así. El WorldTour es la máxima aspiración, y además en un equipo de casa, mucho mejor. Trabajas para ello, y luego que llegue la oportunidad es difícil. Se han dado las circunstancias y ahora toca aprovecharlas. Si el año que viene en esta concentración están contentos con mi trabajo, estaré satisfecho.

¿Necesitaba este paso?
Sí… Necesidad de vida o muerte no, en Caja Rural estaba bien, pero sí que quieres progresar, y esto es la mejor liga del ciclismo. Para mi satisfacción personal quería estar aquí y ahora quiero aprovecharlo. (Estar en este equipo) te da la capacidad de estar en carreras de más nivel a las que antes no tenías acceso, y hay que disfrutar de ello.

El rol también puede cambiar con el cambio de equipo. En Caja Rural-RGA tenía su libertad y sus opciones, y aquí seguramente sean menos.
Hay corredores de mucho nivel, los mejores de nivel mundial, pero creo que tendré también mis oportunidades. Serán más o serán menos, pero sé que la temporada es muy larga y tienes tus días que tienes tu oportunidad. Y eso es lo que hay que hacer, aprovecharlo.

Sabemos por su trayectoria que es rápido y ambicioso. ¿Cómo ha sido este 2016, con tantos puestos pero sin victoria?
A un corredor de mis características, lo que le gusta es ganar. Ya puedes hacer diez segundos puestos, que al final lo que vale más es la victoria. Te preguntan qué has ganado, no cuántos segundos puestos has hecho. A nivel personal, no he acabado del todo contento con este 2016, no he ganado, pero también tengo que ser consciente de que he tenido dos caídas en las que me he hecho daño y me han lastrado el rendimiento. Esto solo hace que en 2017 tenga más ganas de superarme.

Con esa ambición, ¿piensa que aquí podrá saciarla?
Sí, seguro que tengo días para optar a ello. No por estar en el Movistar vas a estar todo los días trabajando. La temporada es larga y oportunidades las habrá, otra cosa es saber aprovecharlas.

Es un corredor que siempre ha tenido genio, lo cual puede ser una virtud en carrera o perjudicarle. ¿Quizás con la edad es más tranquilo?
Sí, sabes que te tienes que controlar más, pero al final una persona es como es. Es verdad que es una cosa que se entrena, como todo, pero, al final, cada uno es como es: los hay que son unas personas tranquilas y no se alteran para nada y hay los que se alteran más fácilmente. Eso es así. Yo creo que sí que me ha ayudado a ganar carreras. También me ha dado alguna mala pasada, pero como digo, es lo que hay.

¿Qué carreras soñaba con correr que el WorldTour te da la oportunidad de estar en ellas?
Clásicas como la Milán-San Remo o la Amstel Gold Race son carreras que me gustaría conocer y, por lo demás, es un calendario muy amplio que se debe aprovechar, conocer y disfrutar. Las clásicas me gustan y las vueltas de una semana que se me adaptan a mis características también, pero donde me manden, aprovecharé.

¿Qué supone compartir equipo con Quintana, Valverde o Bennati?
Son corredores que los ves en el Tour de Francia y son la élite mundial, pero te sientas a comer con ellos son uno más. No piensas ni en lo que han ganado, porque ellos lo hacen tan normal que no lo piensas. Luego dices: ‘joder, este tío, ¡lo que ha ganado y lo normal que es!’. Llama la atención.

¿El fichaje fue algo repentino?
No, un fichaje no se decide en días. Es un cúmulo de resultados, un seguimiento. Estaban interesados, y luego suele ser cosa de contactos y un encaje de los corredores que salen y que entran. Se han dado las circunstancias (para el fichaje), así que, a aprovechar.

Cuando se lo confirmaron. ¿a quién se lo dijo primero? ¿Cómo lo vivió la familia?
Soy una persona que no suele contar ni decir nada a la gente hasta que no esté la firma, porque hasta entonces no está hecho y crear falsas esperanzas no vale de nada. Pero cuando hay acercamientos, a quien se lo puedes contar es a la familia, que son los que están ahí en las buenas y en las malas. Para ellos fue una gran satisfacción la noticia, saben lo difícil que es llegar a un equipo WorldTour.

¿Sigue estudiando en la Universidad?
Me queda hacer solo el proyecto de final de grado de Ingeniería Industrial Mecánica. Lo haré este año lo más seguro, con tranquilidad. No me obsesiona ser ingeniero este año porque lo que quiero es vivir esto los máximos años posibles y luego centrarme en otras cosas.

¿Y dejar de estudiar cree que le puede hacer dar otro salto de calidad?
No… Al final, siendo bien organizado, no creo que te condicione. Otro estudia inglés, otros hacen otras cosas o están pendientes de sus hijos, pues yo tengo ese tiempo para los estudios.

Entiendo que es para estar orgulloso, ser licenciado en Ingeniería siendo ciclista de primer nivel.
No es fácil y hay muy pocos casos, pero los hay. No sé si en el futuro lo tendré que usar, pero ahí está. Desde que estaba en amateur es bueno, te hace no obsesionarte. Nadie te garantiza que vayas a ser profesional, por lo que era una vía de escape. Cambias de amigos y no estas todo el día pensando en la bicicleta.

Fotos: Oskar Matxin

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