Óscar Pereiro: «El estar quieto no va conmigo»

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ABRALDES

Defiende al ciclismo con vehemencia y habla de fútbol, en el que hizo sus pinitos, con el corazón

12 dic 2016 . Actualizado a las 16:15 h.

Óscar Pereiro (Mos, 1977) no para. Diez años después de ganar el Tour de Francia sigue en su particular escapada. Haciendo de todo: comentarista de ciclismo y fútbol, su pasión declarada, embajador de marcas y federado en el ciclocrós, su primer amor. También ejerce como defensor declarado del ciclismo. Un no parar.

-¿Cuántas cosas está haciendo en la actualidad?

-Lo más fácil sería decir lo que no hago. Sigo con radio, televisión, embajador de marcas de una firma de ropa de Manchester y otra de bicicletas. También he vuelto a mis orígenes con el ciclocrós.

-¿Hiperactivo y camaleónico?

-Me encanta el descanso y tener libertad para hacer todo lo que quiero, pero al mismo tiempo me siento como un inútil si no hago nada productivo.

-¿Ha parado en algún momento de su vida?

-El primer año después de dejar el ciclismo no hice tantas cosas, pero estar sin hacer nada es muy bonito cuando tienes un grupo de amigos con el que puedes estar, pero después de 15 días te das cuenta de que la gente tiene que trabajar y uno no puede estar solo en casa, sino que necesita hacer cosas, por lo menos en mi caso. El estar tranquilo y quieto no va conmigo.

-¿Diez años después cómo recuerda su triunfo en el Tour?

-Fue una experiencia muy bonita. Cada vez que se habla de ese Tour la gente me dice ‘qué faena no poder vivir el momento’, pero para mí estar o no en el podio en la primera posición cada vez es menos importante, cada año que pasa me quedo más con las vivencias que tuve encima de la bicicleta, la pasión que tuvo la gente aquel año conmigo, la manera de vivirlo.

-¿Por qué ha regresado al ciclocrós?

-Porque fue una disciplina que desde pequeño practiqué y seguramente sea la que más me gusta de todo el espectro ciclista y además me permite acompañar a los chavales de la fundación. Ahora afronto las carreras de una manera diferente, sé que no estoy preparado para ganar, pero disfruto mezclándome con chavales jóvenes que intentan salir adelante con otros más veteranos. Para mí es una manera de sentirme bien, de estar en forma y de tener una motivación para salir en bicicleta, además de revivir cada fin de semana lo que sentía hace muchísimos años.

-Como comentarista, ¿Fútbol o ciclismo?

-En la bicicleta soy más experto y puedo hablar con más propiedad de las cosas y por movimientos ya puedo interpretar una carrera, lo del fútbol es más una pasión que tengo desde pequeño pero debo ser mucho más cauto para hablar de tácticas y demás. Para mí el fútbol es más un juego y decir todo aquello que pienso en cada momento. Digamos que en una disciplina hablo con propiedad y en la otra con el corazón.

-La del corazón es la que le da más repercusión.

-Si pero en esta vida hay que ser cauto. Yo para bien o para mal tengo muchos seguidores y detractores por decir lo que pienso en cada momento. Quizás en ese apartado de hablar con el corazón puedo llegar a mucha gente que tiene el mismo pensamiento.

-¿Se siente un futbolista frustrado?

-No me siento un futbolista frustrado, pero no voy a engañar a nadie que si digo que el fútbol era mi pasión y estoy convencido de que si no llego a apostar por la bicicleta lo hubiese intentando en el fútbol para llegar a ser profesional. Frustrado no estoy porque cada partido que juego en el fin de semana con los amigos, siempre intento dar lo mejor de mí. Debo admitir que siento mucha admiración por los futbolistas, desde muy pequeño.

-¿Se siente un estandarte del ciclismo?

-No sé si soy un estandarte, pero lo que sí soy es un exciclista que mientras estuvo en activo consiguió los mejores resultados posibles con mis características, y después, que siempre voy a defender al ciclismo por encima de todo.

-¿Cómo ve el momento actual de su deporte?

-Creo que pasó unos años complicados y parece que ahora se está encauzando todo mucho más, que cada día las noticias del dopaje son menos o casi inapreciables, y es importante porque este deporte estaba sufriendo mucho, porque hubo años en los que se hablaba más de dopaje y de sanciones que del propio deporte.

-Y como jubilado ya se ha liberado de los vampiros.

-Mucha gente me pregunta por qué me retiré a los 33 años, pero cuando te retiras te das cuenta de las obligaciones y de la falta de intimidad que tienes cuando está a ese nivel. Creo que el ciclismo fue pionero en intentar demostrar su inocencia dando todas las facilidades posibles para nuestro control.