El sueño cumplido del ciclista más afortunado de la Vuelta a Burgos

La tercera etapa de la Vuelta a Burgos resultó una jornada llena de emociones. Adrián González (Burgos, 1992) cumplió uno de sus primeros sueños al circular como profesional por su pueblo (Olmillos de Sasamón). Una localidad por la que durante años se entrenó al máximo esperando una recompensa como la recogida este jueves. El ciclista, que ha debutado este curso defendiendo los colores de Murias Taldea, asegura en MARCA.com sentirse en su tierra "el corredor más afortunado del pelotón".

"Debuté como 'pro' en marzo, aunque ésta es mi primera vez en la Vuelta a Burgos. Estoy muy contento por disfrutar de la carrera de casa, donde únicamente Carlos Barbero (Cajar Rural-Seguros RGA) y yo la disputamos como anfitriones", señala la joven perla del conjunto dirigido por Jon Odriozola.

Para el preparador vasco, "Adrián es un corredor que necesita crecer, pero que cuenta con esa chispa que le permite ser un hombre rápido en etapas que piquen un poco al final". Según su criterio, la presencia del burgalés en el equipo aporta "esa sencillez y buen ambiente que queremos que aparezca entre los chicos". Aunque tampoco quiere tirar las campanas al vuelo. El ex de Euskaltel sabe que la mayoría de sus hombres "deben dar varios pasos hacia arriba si no se quieren quedar estancados en un deporte que es muy cruel".

De menos a más
González, quien se considera devoto de Alejandro Valverde, Alberto Contador y Fabian Cancellara, espera dejarse ver en la prestigiosa etapa de este sábado. "A todo el mundo le gusta lucirse en las Lagunas. Es un día señalado para los elegidos. Por mi parte, me gustaría colarme en alguna fuga para dar presencia al equipo", dice alguien que se muestra muy cómodo en la formación vasca. "Murias es un conjunto muy familiar al que le debo mucho por darme la oportunidad de correr tantas competiciones y de este nivel", dice alguien que suma más de 5.000 kilómetros en los 35 días de competición acumulados hasta la fecha.

Pese a la alegría del presente, los comienzos del ciclista no resultaron del todo sencillos. "Tardé un poco en arrancar porque tuve una tendinitis. Mi estreno fue en marzo y lo cierto es que desde ese momento me encontré bien. Me sentí cómodo en la Vuelta a Castilla y León, después estuve en Madrid y otras carreras francesas. Ahora lo que me toca es cerrar lo mejor posible esta Vuelta a Burgos, que sin duda es la cita más emotiva para mí", añade alguien cuyo fin último en el ciclismo es "tener la posibilidad de correr las mejores pruebas con continuidad y aguantar los máximos años posibles entre los mejores". La primera le ha llegado este mes de agosto rodeado de su gente entre los parajes que le vieron soñar con ser profesional.

En Twitter @nacholabarga