PARA RENDIR HOMENAJE A SU COMPAÑERO Y AMIGO FALLECIDO

Joan Llaneras: "Quiero ser campeón del mundo por Isaac Gálvez"

Por JOSU GARAI. Madrid Después de visitar a la familia de Isaac Gálvez, con la que si cabe está más unido que antes, Joan Llaneras se ha concentrado en Tenerife, en la altitud del Teide, para preparar su regreso a las competiciones, que se producirá en los primeros días de enero. Allí, lejos del mundanal ruido, pasará el fin de año en compañía de los suyos intentando superar el mal trago y el mal sueño vivido con su compañero fallecido.

Ha pasado un mes desde el accidente de Isaac. ¿Cómo se encuentra?
Bien, con altibajos y malos ratos pero bien. Hace unos días pasé unas pruebas físicas para ver cómo me encontraba y los resultados, aunque tenían que haber sido mejores, no son malos. He dado un paso atrás y estoy como hace mes y medio, cuando tenía que haber progresado, pero después de todo lo que ha pasado me tengo que dar por satisfecho. Además, pese a todo estoy mejor que otros años por estas fechas.

¿Y psíquicamente?
Hay días que todavía me cuesta mucho salir a entrenarme, pero cada vez hay menos días malos y más buenos. Al principio estuve una semana sin tocar la bici, pero luego tuve que cargarme las pilas y obligarme.

Está claro que va a continuar en activo. Tras la muerte de Isaac, ¿no pensó en dejar el ciclismo?
Sí, claro que pensé en dejarlo todo. Fue la primera reacción: lógica, natural... normal después de lo que había pasado. Fue lo primero que me vino a la cabeza, pero la vida sigue y dejándolo todo, por desgracia, no voy a solucionar nada. Además, la pista es mi vida, es mi ilusión, es mi familia, lo es casi todo. Y aunque algunos proyectos que tenía ya no voy a poder realizarlos (se refiere a los que tenía con Gálvez), aún me quedan algunos otros retos por cumplir.

El mejor homenaje que puede hacerle a Isaac, además, es ser campeón del Mundo.
Sí, por supuesto. Tengo que seguir e intentar hacerlo lo mejor posible.

¿Ha conseguido olvidar lo sucedido, ha borrado de su cabeza la imagen de Isaac en la pista de Gante?
Lo intento, pero es imposible. Por las noches, sobre todo.... me cuesta dormir. Es imposible no pensar en lo que sucedió aquel día. Me gustaría, pero no lo conseguiré nunca.

¿Qué fue lo peor de todo? ¿La soledad de las primeras horas, tener que dar la triste noticia a la familia...?
Lo peor fue perder a un amigo. Eso no tiene vuelta atrás. Era un amigo, por no decir mi mejor amigo. Sí, era mi mejor amigo (con la voz entrecortada)

¿Qué recuerdo le ha dejado Isaac Gálvez?
Me he quedado con su alegría, con su nobleza, con su fidelidad... Vivía feliz y contento con lo que tenía.

¿No ha pensado que le podía haber pasado a cualquiera, también a usted?
Sí, pero no. Lo que pasó fue el resultado de la fatalidad.

¿Sólo fatalidad, sólo mala suerte, no hubo algo más?
Estoy convencido de ello. La pista es segura, no es un deporte de riesgo, más bien al contrario. Fueron un cúmulo de circunstancias.

¿Y no se debe mejorar la seguridad de los velódromos?
Siempre se pueden y se deben hacer cosas para mejorar la seguridad de todos y, en concreto, quizá se podría poner alguna protección en la balaustrada de arriba, pero nunca había pasado nada. No estaría de más, pero el accidente de Isaac fue producto de la fatalidad.

¿Fue consciente desde el principio de la suma gravedad del accidente?
Sí, desde el principio. No cuando se cayó, pero sí cuando le vi en el suelo.

Ha perdido a su mejor compañero, con el que había sido dos veces campeón del Mundo. ¿Y ahora, qué hará en adelante?
Ahora va a ser imposible cumplir los proyectos que tenía con Isaac (la prueba de americana en el Mundial de Mallorca de marzo próximo y la de los JJ.OO de Pekín), pero voy a centrarme en la carrera de puntuación.

¿Renuncia por tanto a la americana?
Sí, por el momento sí. Para el Mundial de Mallorca me voy a centrar única y exclusivamente en la puntuación, no tengo ganas de hacer la americana. Después, el tiempo dirá lo que hago.

¿No cierra por tanto la puerta a disputar la americana en los JJ.OO. de Pekín 2008?
No cierro las puertas a nada, pero tiene que apetecerme y ahora no me apetece. Hay que dar tiempo al tiempo.