"Ni siquiera en Londres lloré así": Mariana Pajón

La reina del bicicrós hizo respetar la casa y se colgó el oro en el escenario que lleva su nombre. Su próximo reto son los Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

Redacción Deportes
31 de mayo de 2016 - 01:58 a. m.
"Ni siquiera en Londres lloré así": Mariana Pajón

Aunque con humildad, Mariana Pajón había dicho que estaba orgullosa con la medalla de bronce que había logrado en la prueba contrarreloj del Mundial de BMX de Medellín, el sábado en la noche, la verdad es que estaba algo frustrada.

Dolores en todo el cuerpo, producto de una aparatosa caída hace quince días en la Copa Mundo de Papendal, Holanda, no le impidieron asumir el reto de correr en casa y pararse en el partidor con la firme intención de celebrar ante su afición, muy cerca de la pista en la que forjó su exitosa carrera.

Por eso el domingo, a las 6:35 p.m., segundos antes de que comenzara la final de la prueba élite femenina, la reina del bicicrós cerró los ojos, se paró en sus pedales y esperó el timbre de la largada con la mente puesta en cruzar primera la meta. “Lo soñé, lo creí, lo logré”, explicó Mariana después de ganar un nuevo título mundial, su décimo en la categoría mayores, el que más la ha emocionado, el que más había deseado.

Salió desde el carril número 2 y sin cometer errores dominó la competencia de principio a fin, aunque apenas cuando entró en la recta final supo que el oro era suyo. Superó a sus dos archirrivales de los últimos años, la australiana Caroline Buchanan y la estadounidense Alise Post.

¿Es el título más importante de su carrera?

Sin ninguna duda, éste y la medalla olímpica, pero ni siquiera en Londres lloré así. Era importante ganar en mi casa, en mi ciudad, en donde construí mis sueños. He escuchado mi himno en todo el mundo, pero lo hice por primera vez acá. Es una sensación indescriptible.

¿Fue una carrera perfecta?

No se puede pedir más. No estoy muy potente, porque he tenido problemas físicos, pero usé una buena estrategia, salí lo más duro que pude, lo más duro que he salido en mi vida. La verdad es que la pista se me hizo larguísima, pero supe manejar la ansiedad y concentrarme para no cometer errores. Cuando crucé la meta me quité un peso de encima, estaba muy ansiosa por ganar acá. La verdad es que no sentía las piernas y estaba un poco mareada, corrí con el corazón, porque ni hombros ni rodillas tengo.

¿Lloró de felicidad?

Nunca había llorado por una medalla, estaba muy emocionada, sobre todo por la gente, por su apoyo, por la manera como creían ciegamente en mí. La verdad, sentía una gran responsabilidad, un deseo enorme de no defraudarlos, creo que el alivio fue grande.

¿Tenía una espinita por lo del sábado?

Yo siempre doy lo mejor que puedo. Y el sábado di el máximo que tenía, pero sabía que tenía que mejorar lo que había hecho, sobre todo por la gente. Estaba orgullosa, porque un tercer puesto mundial es muy bueno, pero nos hemos malacostumbrado y para que esto terminara bien tenía que ganar.

¿En algún momento pensó en no competir, debido a las lesiones?

Pues sinceramente, si el Mundial no hubiera sido acá en mi casa, no me habría subido al partidor. Si no hubiera sido por los colombianos, no habría tenido la energía para correr. Pasé por muchos retos, tenía todo el cuerpo lesionado y morado, pero el apoyo de la gente me hizo subir a la pista y pedalear para llegar de primera. Sin ellos no hubiera sido posible. Di el ciento por ciento, pero la verdad es que no estoy en mi ciento por ciento.

¿Esto le da confianza de cara a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro?

Pues son el gran objetivo y haber ganado acá me fortalece. Llevaba muchos días sin subir a la pista y ganar, pero a pesar de esa falta de ritmo me da buenas sensaciones. Faltan un par de meses para Río y me voy a preparar lo mejor posible. Ser campeón mundial es importante, muy bueno, pero el que es campeón olímpico queda en la historia y espero volver a hacerlo.

¿Cómo se preparará de ahora en adelante para los Olímpicos?

Lo primero es recuperarme bien de los golpes y los dolores. Después, seguir trabajando como siempre, con el alma, con el corazón. Lo que ha pasado acá, con mi gente, frente a mis montañas, fue una cosa de locos, que me da fuerzas para seguir luchando. Noches como la de hoy hacen que todos los esfuerzos y sacrificios de verdad valgan la pena.

Por Redacción Deportes

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