Giro de Italia en directo: etapa 13

—Segundo día de descanso. ¿Qué balance extrae de lo que llevamos de Giro?

—El Giro se encuentra empatado. Como he dicho otras veces, las fuerzas entre los favoritos se ven muy igualadas. Estamos en un pañuelo y aún queda la montaña más exigente. La ventaja con la que contamos nosotros es tener a dos corredores con opciones intactas en el top-ten, Andrey Amador (3º, a 32 segundos de Brambilla) y yo (6º, a 55).

—Este martes, segunda meta en alto en Sestola.

—Y parece que no por el perfil, pero resultará una etapa muy dura. Vendremos de una jornada de reposo, que a muchos les sienta mal, y la subida al puerto de tercera se producirá después de un primera complicado, con kilómetros de desgaste en las piernas. Fijo que veremos cosillas interesantes.

—¿Cómo se plantea su estrategia? ¿Al ataque? ¿A conservar?

—Tras la crono, en la que rendí bien, serán otros los que deban tomar la iniciativa antes que yo. A Zakarin, Urán o Chaves les interesa endurecer el ritmo y probarlo.

—¿Jugarán a alcanzar el podio con Amador y usted?

—Uf, es demasiado pronto para saberlo. De momento, nuestro equipo se ha mostrado como el más fuerte. Pondremos en marcha las dos bazas e intentaremos hacerlo bien. La pena es que Javi Moreno se lesionara, andaba fenomenal.

—¿Qué le parece el Giro después de una semana de competición?

—Más o menos como me esperaba, similar a la Vuelta. No es que me arrepienta de no haberla disputado antes, pero sí puedo decir que encanta. Se trata de una ronda preciosa y ojalá la hubiera conocido unos cuantos años atrás.

—¿Confía en lograr la colección de victorias y podios en las tres grandes?

—Sí, por supuesto. Me encuentro cerca. Corro con la tranquilidad que da saber que estoy en una gran forma. Si no ocurre ningún percance, voy a estar arriba, en la pelea. Aunque siempre salen rivales que pueden superarte, así es el deporte. Ahora mismo nos hallamos igualados… y con lo que resta, es posible un vuelco.

—¿Quién le preocupa más?

—Quizá, por su trayectoria, Nibali.