A Joaquim Rodríguez no le invade la duda. Purito quiere seguir dando pedales mientras se divierta. Y disfruta muchísimo, una vez sale de casa y se le difumina la imagen de los dos chiquillos que tuercen un poco el gesto porque papá se vuelve a marchar. La entrevista se realiza en la terraza del hotel AR Diamante Beach de Calpe, centro de entrenamiento del Team Katusha durante 13 días de diciembre. Lleva media mañana repitiendo lo mismo a periodistas de varias nacionalidades y regiones. "¿Qué? Otro que me va a querer jubilar..." No, hombre. No.
PREGUNTA En realidad, venía a proponerle un plan de temporada 2016: se planta en el Tour en buena forma, pero no se empeña en disputarlo. Tranquilo. Si puede ganar una etapa, la gana...
RESPUESTA. "Si puede ganar una etapa, la gana". ¡Como si fuera fácil! ¡Qué clase tenéis los periodistas!
P. No me interrumpa, por favor. Si no gana la etapa, no se preocupe. No pasa nada. Termina el Tour en gran forma, sin machacarse como harán los demás. Llega a los Juegos de Río a tope, y... ¡medalla de oro!
R. Ya. Y después gano la Vuelta...
P. Lo ha pillado. Como está en gran forma y más fresco que sus rivales, que vienen fundidos del Tour y los JJOO, zas: al fin una grande. ¿Fácil, no?
R. Eso es táctica playstation. Esto es mucho más complicado: dos más dos nunca son cuatro en el ciclismo. Le invierto los argumentos: te prepararas para llegar al Tour superbien y pierdes la oportunidad de hacer una buena general, porque estás pensando en Río... Te pegas una h... en París y adiós, Río. Entonces, has perdido la oportunidad de hacer una buena general del Tour de Francia por pensar en los Juegos. Tú, si estás bien, tienes que llegar a una carrera a disputarla y a ganarla. Y luego, lo que te venga.
P. Pero quizá aún pueda ganar al fin una grande.
R. O no. Nunca se sabe. Mejor que estaba al principio de la temporada 2014... Iba a ir al Giro de Italia con el mejor equipo, me parecía; le aseguro que me sentía en el momento de temporada más fuerte de toda mi carrera. Me la pegué en la Amstel y me rompí dos costillas; aún así, quise ir al Giro con toda intención de luchar por la general y en Montecasino [caída de más de medio pelotón] me fui a casa.
P. Es que ese año no le salió nada. Todas las decisiones que tomó fueron las peores. También en el Tour.
R. Sí, fue un desastre. 2014 fue una temporada para olvidar.
P. En 2015, por el contrario, sus decisiones no han sido nada malas.
R. No, no ha estado mal. Hice algo que me gustó a mi mismo: ir al Tour a luchar por la general, me di cuenta de que no estaba para conseguirlo, fui capaz de cambiar el chip y seguir luchando por etapas. Fui capaz de modificar el plan sin venirme abajo. Supe mantener la profesionalidad.
P. Así que va a repetir un poco lo mismo en 2016.
R. Repito calendario. Sumo un poco más, porque antes de las clásicas haré Tirreno, Catalunya y País Vasco para llegar muy muy bien a Lieja. Como siempre, las Ardenas son objetivo. En Lieja he sido segundo dos veces y otra tercero... Luego descansaré y vendrán el Dauphiné, el Tour, San Sebastián, los Olímpicos y Vuelta.
P. ¿Cómo gestionará tanta competición?
R. Ese es el miedo. El único pero que casi todos tenemos ante la Vuelta es ese. Tienes que estar bien para el Dauphiné porque es importante para llegar en forma al Tour. Y esta carrera desgasta muchísimo. Con San Sebastián y la Olimpiada, te presentas a 10 días de la Vuelta a España sin tiempo de descanso desde Dauphiné. De ahí el miedo. ¿Aguantaré las tres semanas? Ya veremos.
P. Puede ser su última oportunidad de ganar una grande. Después de ser segundo casi sin querer...
R. ¡Eh! Bien buscado estaba ese segundo... Es nuestra carrera, es la carrera que más cerca he tenido, incluso más que el Giro del 2012. Y le tengo mucho cariño. A ver cómo acabo en Brasil. Si puedo ir con la ilusión de poder luchar otra vez por la general o tengo que ir como me proponía para el Tour: disfrutar de las etapas y saber que es importante hacer una gran Vuelta.
P. Entonces, lo de la jubilación seguimos aplazándolo, ¿no?
R. Voy a correr hasta que vea yo que puedo o me salga un año catastrófico. En el momento que le pierda la ilusión por la competición o me vea que estoy de vuelta, será cuando decida dejarlo. Si no hubiera tenido firmado un año más de contrato, puede que hubiera decidido no seguir después una temporada tan cruzada com la de 2014.
P. ¿Qué es lo que peor lleva?
R. Salir de casa. Dejar a la familia. Me duele. Es lo que más tira, tengo dos niños [de cinco y siete años] y ya comienzan a entender que papá se va 15 días y saben lo que son 15 días. Ahora les cuesta más. Y a mí también... Y mira que mi mujer es valiente y viene. Aquí [en la concentración de Calpe] han estado cuatro días, el puente. Me acompañan y les gusta. Mis padres van con la caravana a las carreras y quieras que no es un punto de apoyo, porque los niños disfrutan mucho con los abuelos.
P. ¿Hay momentos de bajón, por esa ausencia?
R. Por suerte, el grupo es magnífico y lo pasamos de maravilla. Me divierto mucho en las carreras. Lo malo es el momento de salir de casa o cuando empiezas a sumar los días que te tienes que ir. Pero una vez que estás en el ambiente, no se hace tan duro ni tan largo.
P. Ha habido nuevas incoporaciones y bajas. ¿Qué tal?
R. Jurgen Vandenbroeck es un corredor muy importante para las grandes vueltas, porque siempre está ahí. Tanto en la montaña como en las cronos nos va a aportar. Hemos ganado muchísimo con Jurgen y con Rein Taaramae, sobre todo en las cronos por equipos, que no nos salen demasiado bien.
P. ¿Vandenbroeck equilibra la baja de Dani Moreno?
R. La baja de Dani es muy difícil equilibrarla, porque era un ciclista muy importante para nosotros. Siempre estaba en los últimos kilómetros y era lo que me hacía falta a mí. Si no valía para ganar, valía para salvarte el día. Él y Jurgen son corredores muy diferentes. Voy a echar de menos la chispa que tiene Dani, el corredor que más se me parecía.
P. ¿Alberga algún remordimiento por su ausencia en Lombardía, que pudo haberle restado al Katusha el primer puesto en la clasificación WorldTour por equipos?
R. La culpa sería de todos. Si te paras a pensar, hubo mala suerte de la caída de Tiago [Machado] en Australia; en que a Simon [Spilak] se le rompiera la bici en la crono del País Vasco; en que el equipo haya hecho una mala crono en el Mundial o que yo no pudiera ir a Lombardía. Hemos tenido mala suerte cuando teníamos los puntos sumados ya. Es una clasificación muy importante. Liderar el WorldTour por equipos habría sido muy bueno, pero eso no empaña para nada la temporada que hemos completado. Creo que hemos sido los mejores con diferencia, hemos ganado en todas las carreras que hemos competido: Giro, Tour, Vuelta, clásicas.. Eso es lo más importante.