La regularidad es uno de los mejores avales de José Herrada, que mejora sus prestaciones con el paso del tiempo y derriba nuevas barreras cada temporada. A sus 30 años, el corredor de Mota del Cuervo es uno de los filones de oro del Movistar Team de Eusebio Unzué tras debutar con brillo en el Tour de Francia y ser un escudero de lujo para Valverde y Quintana. Todo un ejemplo de sacrificio, constancia y superación para la escuadra azulona, a la que seguirá vinculada durante las próximas dos campañas tras ganarse a pulso su renovación.
Acaba un año muy especial para usted en el que constató su madurez y progresos con el Movistar Team. ¿Qué balance hace?
La temporada ha sido bastante buena en líneas generales. Llevaba cinco años sin conseguir un triunfo y éste llegó en Amorebieta. Además, entré por primera vez en el ‘nueve’ del Tour y pude ayudar a Nairo Quintana y Alejandro Valverde, nuestros dos líderes.
Un ciclista siempre aprende algo nuevo en cada prueba. ¿Cuál es la principal lección que extrae a lo largo de este 2015?
Más que lecciones, uno aprecia la magnitud con la que cuentan algunas carreras que no había disputado, como el Tour de Francia. La ronda francesa no es más dura que el Giro, pero sí tiene más tensión. Lo pude comprobar en la primera semana de la misma, hasta llegar a la crono por equipos.
Finalizó la ‘Grande Boucle’ en el puesto 65 y contribuyó con su esfuerzo a que sus dos jefes de filas subieran al podio de París junto al británico Chris Froome. ¿Con qué etapa se queda?
La verdad es que me impactó mucho la del pavés por la velocidad a la que se iba y por dónde transcurría. Personalmente, la que más me gustó fue la etapa de montaña que finalizó en La Toussuire, donde ganó Nibali. Disfruté mucho del recorrido y tiré hasta el final –acabó vigésimo segundo–.
Su mejor momento lo vivió en la 61 Klasica Primavera de Amorebieta al subir a lo más alto del cajón. ¿Fue un premio a su dedicación y compromiso?
Sí, ese triunfo fue muy importante. Llegaba con el ritmo necesario tras competir en el País Vasco y lo aproveché. Al final, tuve opción de luchar por esa victoria, que me hizo muy feliz.
Con su veteranía, ¿cree que es más fácil hacer una buena lectura de las carreras y saber dónde explotar mejor sus virtudes?
La experiencia te ayuda a desenvolverte bien en diferentes situaciones. Es importante saber el momento en el que debes darlo todo en la bicicleta o, por el contrario, ahorrar energías.
El Movistar Team supo recompensar sus progresos con esa ansiada renovación por dos años. ¿Es un estímulo más?
Por supuesto. Lo fundamental es tener ilusión para continuar adelante y disfrutar de un deporte que amo desde pequeño.
La exigencia desgasta tanto física como mentalmente, pero usted nunca tira la toalla y siempre ha completado las tres grandes ...
He tenido la suerte de disputar tres Giros, dos Vueltas y un Tour. Por fortuna, nunca sufrí ninguna caída que me hiciera abandonar.
¿Cuál es el secreto para seguir con tanta fuerza y ofrecer un rendimiento óptimo?
El secreto es cuidarse mucho, mantener la ilusión de principio a fin y entrenar duro. En el ciclismo hay que saber sufrir y dejarlo todo. Algún día me tocara bajarme de la bici, pero ahora mismo no me planteo la retirada porque tengo la misma ilusión que el primer día.
¿Conoce ya su hoja de ruta para la nueva campaña?
En principio comenzaré en febrero en la Vuelta a la Comunidad Valenciana y luego, tal vez, vaya a una carrera francesa. Después viajaremos a Italia y disputaré la Strade Bianche y la Tirreno-Adriático. Además, la intención es estar en el Giro junto a Alejandro y regresar a la Vuelta a España.
¿Le incentiva volver a Italia?
Me llena muchísimo el Giro por su ambiente, la afición y los recorridos. También me motiva disputar de nuevo la Vuelta, que se me dio muy bien en 2013 –concluyó en el puesto duodécimo–.
En este sentido, ¿cuáles son los principales retos que se marca?
Lo primero es ayudar al equipo en todo lo que me diga y trabajar duro en cada prueba. En el plano personal, trataré de aprovechar algunas de las oportunidades que tenga en alguna escapada. Me gustaría, por ejemplo, lograr una victoria de etapa en el Giro.
«Jesús empieza a dar miedo porque aprende muy rápido»
Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro están a la vuelta de la esquina. ¿Se ve con opciones de ser uno de los cinco elegidos por el seleccionador y representar a España?
Será muy complicado. En principio, Alberto Contador, ‘Purito’ y Alejandro Valverde parten como fijos para afrontar un trazado duro, enfocado más para escaladores. En esta línea, Landa o Luis León también tienen muchas opciones de ir a Brasil. Sé, por tanto, que lo tengo difícil. Es algo que me ilusiona, pero que no me obsesiona.
Su hermano Jesús pisa muy fuerte pese a que se perdió la última parte de la temporada por una lesión en la clavícula. ¿Cómo valora su evolución?
Es un corredor que progresa cada año. Ha logrado una mayor continuidad y resistencia en todos los terrenos, lo que le hace mucho más completo. Empieza a dar miedo porque aprende muy rápido.
Coincide con él durante buena parte de la preparación invernal. ¿Qué tipo de trabajo desarrolla en estas fechas?
Jesús empezó antes a trabajar y va algo más adelantado. Aparte de entrenar con la bicicleta, hacemos multisaltos para ganar fuerza y mantener un buen tono físico.
Dar el salto al ciclismo profesional no es nada fácil. ¿Qué le diría a esas jóvenes promesas que sueñan con triunfar en este deporte?
Los sueños se cumplen con constancia. Necesitas unas cualidades mínimas, pero lo principal es tener esa ilusión, entrenar bien y no obsesionarse.
En su caso, ¿cómo trata de superarse en su día a día?
Siempre pienso en lo que me ha costado llegar aquí. Tengo presente todo ese sacrificio que hice desde niño y los viajes que realice con mis padres para competir cuando era cadete y estaba en la escuela de ciclismo. Viene bien recordar esas cosas para valorar mejor lo que uno tiene y continuar adelante.