Rubén Plaza es todo un superviviente de un deporte que pese a los golpes y las dificultades logra salir adelante y mantener grandes dosis de expectación y de afición. Ha pasado la gloria de ganar rondas como la Vuelta a la Comunitat Valenciana, y penas de sufrir lesiones de larga duración. Ahora, en el tramo final de su carrera, hace balance e intenta ver algún claro en un ciclismo que parece que cada vez restringe más el círculo de los que pueden acceder a su élite.

Viene de completar su cuarto Tour de Francia a sus 34 años y de ser el único valenciano en terminarlo, ¿cómo se sintió en él?

El balance a nivel de equipo es bueno. Un cuarto puesto en el Tour hay que saberlo valorar, lo que pasa que a veces se crean demasiadas expectativas. A nivel personal, esperaba haber rendido un poco más, como hice en otros años. En etapas de montaña haber aportado más al equipo. Pero el cuerpo no siempre funciona bien y no me encontré todo lo bien que me hubiera gustado.

Por segundo año seguido no hubieron ganadores de etapa españoles. ¿Es síntoma de algo?

Es algo raro. Tal y como estaba, Contador podría haber ganado alguna etapa al igual que Valverde. Quizás estamos mal acostumbrados a que se ganen etapas, no creo que haya que preocuparse por eso. Al final el Tour por algo es la carrera diferente porque todos los equipos están al cien por cien y eso solo pasa en el Tour. Es muy difícil que todos los años haya victorias y gente en el podio.

Tal vez la causa es que en España solo queda ya un equipo World Tour...

Esto es un gran problema. Hace pocos años en el Tour había tres o cuatro equipos españoles (Euskatel, Once, Banesto, Kelme). Hoy solo hay uno y no todos sus corredores somos españoles. Por probabilidad es mucho más complicado. Poco a poco ha ido yendo a menos, hay menos hueco para ciclistas y todo es más difícil.

A los ciclistas ahora les pasa como a los jóvenes universitarios. Tienen que emigrar.

Es un reflejo de lo que pasa en el resto de la sociedad. Hace doce años irse a un equipo extranjero era muy raro porque había españoles de sobra, ahora es cada vez más habitual. Si quieres estar en un equipo World Tour o estás en Movistar o tienes que salir fuera.

Fue el último ganador de la Vuelta a la Comunitat Valenciana en 2008. ¿Cree que volverá esta competición algún día?

Me haría mucha ilusión, pero lo veo complicado. La Comunitata Valenciana ha sido una región con mucha tradición ciclista y por qué no. Era una vuelta de referencia en la primera parte del año, pero todo ha cambiado mucho. Actualmente, todas las que no son World Tour lo están pasando mal. Es difícil traer a buenos equipos. No es como hace ocho o diez años. Antes, los equipos no tenían obligación de correr las carreras de un calendario como ahora. Esto conlleva que las pruebas grandes cada vez son más grandes y eso hace que las de segunda fila les sea difícil subsistir y atraer a los mejores ciclistas.

Parece que este tema le afecta especialmente.

El sistema actual está muy bien para los que estamos dentro, pero al final solo son 18 equipos los que están ahí. Y hay una diferencia brutal de todo respecto al resto, de nivel de equipos, salarios, de estructuras de equipos... Es una primera y segunda división como en el fútbol. Siempre que estés ahí está muy bien, pero cabe poca gente y pocos ciclistas. Es una de las causas por la que el ciclismo de base se está perdiendo.

Pero sin el ciclismo de base no puede existir el otro...

Lo que sucede es que ciclistas buenos para 18 equipos en el mundo siempre va a haber. En España solo hay un equipo World Tour, así que corredores para un solo equipo va a haber haya o no cinco equipos más de base. Antes había cinco o seis escuadras nacionales en la élite, pero ahora no es posible. A mi tal vez no me afecta tanto porque estoy en la recta final de mi carrera deportiva, pero los chavales de 18 o 20 años lo tienen muy difícil con el modelo de ciclismo actual.