Rafael Valls Ferri (Cocentaina, 1987), dos semanas después de completar los 3.642 kilómetros de su primer Tour de Francia, cuenta las horas que faltan para disputar su segunda grande, La Vuelta a España que arranca el próximo 28 de agosto. Llegó a París como ciclista revelación tras ser segundo en la etapa de Les Rousses y su desparpajo en Les Domaines, donde lo volvió a intentar. Después de debutar profesionalmente en 2009 en el equipo Continental Burgos, ha dado el salto internacional con el Footon-Servetto, con el que espera consagrarse definitivamente en septiembre. El joven contestano sigue los pasos de Rubén Plaza y confirma la renovación del ciclismo de la Comunitat Valenciana tras la salida de Quique Gutiérrez.

—Transcurridas dos semanas desde que acabó su primer Tour de Francia, ¿ha asimilado ya su condición de ciclista revelación del año?

—La verdad es que sí. El debut en el Tour fue muy bueno, no me esperaba estar tan bien. Ni siquiera tenía planificada esta carrera a principio de temporada, debido a la lesión que tuve en Malasia, donde me rompí la rótula en una caída y estuve un mes parado. Luego tuve una recaída en Normandía y hasta la Vuelta a Suiza no supe si iba a poder estar en el Tour.

—Acabó el 53º de la general, pero llegó a estar 16º y segundo de la clasificación de jóvenes, por detrás de Andy Schleck. Menudo estreno.

—Sí, pero más que estar en dicha posición de la general, valoro aún más el segundo puesto en la etapa con final en alto en la estación de Les Rousses. Acabé muy contento de verme delante. Chavanel arrancó desde el inicio del ascenso, y yo esperaba que alguien tomara responsabilidades, pero como no lo hacían decidí arrancar y estuve cerquita de cogerle. Le tenía a la vista, pero cuando el puerto se suavizó ya no hubo manera.

—¿Guarda alguna espinita clavada de su estreno en el Tour, quizá una victoria de etapa?

—No puedo pedir más. No me esperaba hacerlo tan bien en mi segundo año de profesional y mi primer Tour. Me he visto entre los corredores punteros del pelotón internacional. No puedo pedir más.

—¿Cómo fue el recibimiento en su Cocentaina natal?

—Fue especial. Desde el día que llegué, primero con el recibimiento de la familia, vecinos y amigos, que fue espectacular, pero el homenaje del viernes en el Ayuntamiento fue también bonito. Todo el pueblo se volcó conmigo, apoyándome y animándome desde la distancia y durante todos estos años. Hacía tiempo que Cocentaina no disfrutaba de un ciclista profesional, desde Vicente Belda.

—¿Qué le ha sorprendido más en su primer contacto con la ronda gala?

—El ambiente, sin duda, la gente que hay por las cunetas, en los pueblos, el gran seguimiento que tiene la carrera. No tiene nada que ver con ninguna otra. Además, transcurre toda por carreteras pintorescas, en las que el público puede pararse a seguir a los ciclistas, nada de autovías ni autopistas.

—Ha asistido en primera persona al tercer Tour de Alberto Contador, y quizá el más polémico. ¿Jugó limpio cuando a Andy Schleck se le salió la cadena de la bicicleta?

—Sí que hizo bien, pues la carrera está lanzada y no se puede esperarar a nadie en ese momento. Son lances de carrera, y al revés hubiera sido igual. Luego, en el Tourmalet, sí que tenía que haber ido a por la victoria en lugar de dejarle ganar a Andy, pues era una etapa importante en la que la gente esperaba más y pedía espectáculo.

—Al mismo tiempo, ha podido asistir a la caída de un mito. Lance Armstrong, tras ganar siete veces la ´grande boucle´, se ha despedido definitivamente sin pena ni gloria.

—No. Tuvo muy mala suerte. Físicamente estaba mejor que el año pasado, pero las caídas acaban mermándote, y el tuvo hasta tres en una misma etapa. Estaba para acabar entre los diez primeros, pero no tuvo suerte.

—Con 23 años recién cumplidos, ¿cuál es su referente en el ciclismo?

—Crecí con los siete Tours de Armstrong. Le he seguido desde niño, es una persona que engancha, con todo lo que ha luchado.

—Y lo que tendrá que luchar. ¿Qué le parecen las denuncias de Floyd Landis sobre una trama de dopaje que se investiga en Estados Unidos?

—No le doy importancia. Landis lo dice ahora que está fuera del ciclismo. ¿Por qué no lo decía cuando formaba parte del pelotón?

—Ha sido un Tour ajeno a escándalos de dopaje. ¿Se está limpiando la imagen del ciclismo poco a poco?

—Sí, como debe ser.

—¿Ha podido descansar en estas dos semanas desde París?

—Sigo entrenando. No podemos parar. Alterno días de paseo con otros de descanso total, pues el Tour se ha hecho muy duro y volví muy cansado. Al décimo día las piernas ya estaban igual de cansadas y se movían por inercia.

—¿Su próximo objetivo es La Vuelta a España?

—Sí. La tengo en el calendario, y también será mi debut, como en el Tour. Aunque espero tener más suerte y volver a dar que hablar.

—¿Cómo se plantea el futuro, en plena crisis de patrocinadores?

—La crisis se nota muchísimo. Llevamos muchos años sufriéndola en el pelotón, pero esperamos remontarla poco a poco. Mi equipo ha encontrado un nuevo patrocinador y al parecer no habrá problemas para seguir otro año. Yo también espero renovar con ellos.

—Tras la marcha de Quique Gutiérrez, el ciclismo valenciano parece resurgir con Rubén Plaza, Rafa Valls, Javier Benítez...

—Sí. La desaparición del Comunitat Valenciana nos ha privado de la oportunidad de estar más en las mejores carreras, pero tanto Rubén como yo hemos tenido suerte. Pero valencianos siempre ha habido en el pelotón internacional.

—Contador ha fichado por dos años con Saxo Bank. ¿Cree que es capaz como dice Bjarn Riis de ganar las tres grandes en un sólo año, como al parecer intentará en 2012?

—De Contador se puede esperar cualquier cosa. Ya lo ha demostrado. Se confirma así lo que era un secreto a voces. Saxo Bank va a hacer un gran equipo para ganar el Tour con Contador en 2011.