Con la salvedad de Jeannie Longo en la competición femenina, con cinco títulos en ruta y cuatro contrarreloj, ningún ciclista ha acumulado cuatro títulos mundiales. Empatado a tres con el italiano Alfredo Binda y los belgas Eddy Merckx y Rik Van Steenbergen, tres mitos, Óscar Freire, el Miguel Indurain (por lo menos) de las clásicas y las pruebas de un día, afronta el reto del cuarto arco iris en los Mundiales de Melbourne (Australia). Antes de viajar, atendió a 20 minutos.

Soñar es humano. ¿Se ha visto otra vez campeón del mundo?

Más que soñar con el arco iris, muchas veces piensas cómo enfocar la carrera, qué tal saldría tomando una u otra decisión. La oportunidad de ganar cuatro Mundiales es preciosa. Y yo la tengo. Siempre se sueña despierto.

El año pasado se le daba por jubilado, siguió y este año ganó su tercera Milán-San Remo...

El deporte, no sólo el ciclismo, es injusto. Nadie se acuerda de ti, pero ganas y te salen amigos por todos los lados (sonríe). Y si es al revés, se olvidan rápidamente. Quizá el fútbol sea más privilegiado en este sentido: tienes más oportunidades, un gol lo cambia todo... Un triunfo en el ciclismo tiene mucho trabajo detrás y la dificultad de que compites contra muchos.

De cara a estos Mundiales llega como jefe. En citas pasadas se criticaron malos planteamientos tácticos en determinados lances de carrera. ¿Qué opina?

Igual no se corrió bien o igual se ha acostumbrado mal al público al ganar o lograr medallas en los Mundiales… Cuando hace 20 años conseguir un Mundial era imposible para España. Desde fuera se ven más fáciles los errores y una vez que acaba la carrera es más fácil juzgar.

Usted, si no se ve en forma, es el primero que lo deja claro...

Hasta que no te ves en carrera no sabes cómo vas a responder. O no intuyes cómo. Siempre te puede salir un día malo. El año pasado, por ejemplo, no me veía bien a falta de tres vueltas. Cuando han apostado por mí, creo que siempre he respondido en carrera.

¿Qué me responde si le pregunto por esa maldición que, dicen, persigue al portador del arco iris?

Pues que a mí me ha ido bien. He logrado muchas victorias siendo campeón del mundo. Mejor ganar con esa prenda que sin ella (ríe).

¿Qué promete si consigue el cuarto Mundial?

(Piensa) Si gano..., lo celebraré como si fuera el primero. O más. Porque sé lo que es, lo que supone y sé que esos momentos pasan muy rápidamente.

¿Cómo llega a los Mundiales?

Me encuentro bien. Esperaba estar mejor en la Vuelta, pero no pudo ser. En casa he podido entrenar como quería.

El abanico de favoritos siempre es amplio y la carrera resultará difícil de controlar...

A Phillipe Gilbert lo veo bien. Y luego el italiano Pozzato, el ruso Kolobnev... Si hay sprint, ahí anda el noruego Hushovd.

Gilbert estuvo muy activo en la Vuelta [ganó dos etapas]. ¿Podría llegar pasado de forma?

Se ha dejado llevar muchos días. Para mí es el más peligroso. Es un corredor ganador. En un Mundial ocurren muchas situaciones, pero acaba ganando un campeonísimo.

En los dos últimos Mundiales disputados fuera de Europa (Colombia, 1995; Canadá, 2003) el oro fue para un español...

La estadística está bien..., pero no deja de ser eso. ¡Ojalá!

BIO Nació en Torrelavega (Cantabria) en 1976. Tricampeón del mundo (1999, 2001 y 2004), ha ganado tres Milán-San Remo, la Gante-Wevelgem, etapas del Tour y la Vuelta...