Nuestro protagonista de hoy, un asturiano de 29 años que nació en Oviedo pero se considera gijonés, el domingo, en Albacete, en el Campeonato de España, tuvo cerca el oro, primero, y la plata y el bronce, después, pero quedó sentenciado al cuarto lugar a pesar de ser el corredor más combativo de la jornada. Carlos Barredo Llamazales (5 de junio de 1981) tuvo el detalle de atender la llamada de Siglo XXI cuando el Tour de Francia, su próximo objetivo, ya asoma por el horizonte

(© Quick Step)

Álvaro Calleja / Siglo XXI

Llegas al Tour de Francia tras rozar la victoria el domingo en el Campeonato de España. Correr sin equipo te privó, al menos, de una medalla.

No sé si me privo o no de la medalla. Yo quería ganar la carrera aun sabiendo que era muy complicado. Hice todo lo posible para hacerlo y al final me quedé muy cerca y con una sensación agridulce porque me encontré bien durante todo el día. Corriendo solo era complicado ganar. Fueron circunstancias de carrera. Me quedo con lo positivo, que fueron las sensaciones.


“Me sentí impotente porque me valía la medalla de plata”


Para colmo, en el sprint del grupo quedaste tercero, a un paso del bronce. En la meta se te vio enfadado, con gestos de impotencia. ¿En qué pensabas en esos instantes?

En ninguna cosa buena (risas). Me vi frustrado porque a 15 km de meta arranqué, Iván Gutiérrez vino conmigo y después de, prácticamente, 10 km sin darme un relevo, atacó a 5 km del final y me dejó tirado. Yo ni le vi arrancar. Me sentí impotente porque, si te soy sincero, en ese momento ya me valía la medalla de plata, ya que era consciente de que contra Caisse d´Epargne era difícil. Por eso, cuando le vi arrancar se me cayó el mundo encima. Son cosas del deporte. Con el paso de los días, pienso en que quedan más Campeonatos de España, en que las sensaciones son buenas y que si consigo una victoria en el Tour, el resto se olvida.

Camino de Albacete, en las imágenes, se te vio hablando, constantemente, con Iván Gutiérrez. ¿Qué le dijo el cántabro?

Yo estaba todo el rato diciéndole que tirara, que me diera un relevo, que podíamos llegar, que para mí hacer segundo era importante también. Él me decía que hablaba con su director y que no le dejaban, no le dejaban y no le dejaban. Estuvimos todo el rato así, yo diciéndole que me diera relevos y él que no le dejaban. Son circunstancias de la carrera. Después tuve la oportunidad de hablar con él y con los directores y me dijeron que era una táctica para asegurar y llegar solos. Era razonable, tenían un equipazo.


“Mi objetivo en el Tour está claro, es conseguir una etapa”


Por ejemplo, en Sub-23 se corre por comunidades. ¿Crees que se debería cambiar la normativa para evitar situaciones como la del domingo?

No, creo que así está bien. Bien es cierto, que los equipos que parten con muchos corredores tienen ventaja. Son equipos nacionales y están plenamente en su derecho. La normativa habría que cambiarla en otro sentido. Habría que motivar a los corredores que corren en equipos extranjeros, como es mi caso, para que acudan a los Campeonatos de España. Así darían más brillantez y juego, si cabe, porque son muchos los corredores de calidad que están fuera.

En Albacete se te vio muy fuerte. ¿Cómo llegas al Tour?

Llego bien. Llevo dos meses entrenando bastante duro, entre concentraciones, que corrí California, que después estuve en Sierra Nevada, luego en Suiza, sacrificándome mucho y sin obtener resultados. En California, en Suiza y en el Nacional estuve cerca de la victoria y eso quiere decir que estoy bien y con, sobre todo, la cabeza tranquila y fría de cara a buscar el objetivo que para mí está claro, que es conseguir una victoria de etapa.


“Para mí, Astana tiene un auténtico equipazo”


Sin un líder claro para la general en el Quick Step, tienes mucha más libertad para buscar esa victoria parcial, sin duda.

Sí, venimos con la idea de cazar fugas para buscar una etapa. Quizá no tenemos un líder claro para la general, también Tom Boonen, por desgracia, se quedó fuera por esa lesión de rodilla, pero creo, he venido comentándolo camino del hotel con los auxiliares, que podemos hacer un Tour de los más bonitos de los últimos años. Es un equipo relativamente joven pero con experiencia y con corredores que se defienden bien, que saben meterse en las escapadas y que saben resolver. Chavanel, Pineau, Seeldrayers, Devenyns, Van de Walle… tenemos un equipo para hacer cosas bonitas en este Tour.

Es un Tour que tiene en Contador a su principal favorito. ¿Ves a Andy Schleck, a Armstrong o a algún otro capaz de evitar su triunfo?

Contador es el favorito y si todo va normal, si encuentra la pedalada del año pasado en el Tour, la que no tiene ni que encontrar porque este año ya ha demostrado que está incluso mejor, creo que, como lei hace poco en una entrevista, parte con casi cinco minutos de ventaja. Pero si es verdad que el Tour es muy largo, que es una carrera de tres semanas y que la primera de ellas será muy complicada. Hay corredores como los que tú nombras, como Basso, Kreuziger, quien, para mí, puede dar mucho juego este año, Gesink… que le pueden poner en aprietos. En contra de lo que dice él, creo que tiene un auténtico equipazo y que si está como viene demostrando hasta ahora, no tiene por qué tener problemas.

Y tras el Tour, llega la Clásica de San Sebastián, donde brillaste la temporada pasada. ¿Volverás este año?

Sí, y espero repetir lo del año pasado (risas). Será complicado porque llegué quizás al Tour un poco más corto de forma que este año. Lo noté porque en la última semana me encontré mejor y vi que me metía en las fugas con cierta facilidad, entre comillas, y terminé con un golpe pedal que hizo posible lo de San Sebastián. Ojalá que este año sea igual, aunque intentaré llegar ya con los deberes hechos para correr más tranquilo.


“Si ganó en el Tour y repito en San Sebastían, sería para estar de vacaciones un mes”


Si consigues una victoria de etapa en el Tour y después repites en San Sebastián, sería un verano para enmarcar.

Sería un verano para estar de vacaciones un mes (risas). Es un sueño. Ya dije el año pasado que cuando pasé a profesionales tenía un sueño, que era el de conseguir una victoria en una clásica y el año pasado se hizo realidad. Somos deportistas y hay que buscar nuevas motivaciones y nuevos retos, por lo que ahora quiero ganar en el Tour, donde me quedé muy cerca en 2008. Ese es uno de los sueños que me quedan por cumplir. Sé que no soy un ganador, que no tengo un grandísimo palmarés, pero, poco a poco, voy cumpliendo los objetivos que me marco.

¿La Vuelta a España entra entre tus planes?

Sí. Después de San Sebastián, como todos los años, haré una semana de descanso y ya empezaré a entrenar para la Vuelta. Si voy al Mundial, en el que me gustaría volver a estar, creo que la Vuelta es necesaria y es la mejor preparación. Además, la Vuelta me trae muy buenos recuerdos desde 2007, cuando estuve entre los diez primeros de la general. Eso me marcó dentro del equipo y a mí personalmente. Le tengo mucho cariño a la Vuelta. Encima, este año llega a Asturias, por lo que con más razón.


“En la Vuelta intentaré hacer la general”


¿Te centrarás en la general o, como en el Tour, a por etapas?

La Vuelta es distinta. Si logro recuperar bien del Tour y me noto bien físicamente intentaré hacer la general. También iba el año pasado con esa idea y una gastroenteritis me mandó para casa con 3 kg menos. Espero que este año no haya ningún contratiempo e intentar poder hacer la general porque es una carrera, entre comillas, más fácil que el Tour y que para un corredor como yo, que no soy un superclase, es más adsequible.

Este año terminas contrato con el Quick Step. ¿Has hablado ya sobre la renovación o cambiarás de aires?

Tengo una temporada opcional con Quick Step y mi intención es seguir y la del equipo que me quede. También es verdad que estoy valorando otras cosas, pero, si te digo la verdad, todavía no me paré a pensar ni a recapacitar un poco. Quiero que pase el Tour, que llegue la Vuelta a España y allí tomar una decisión. Estoy contento aquí y me gustaría continuar, pero hay que valorarlo todo.