«Si llego a Londres 2012 como a los Juegos de Pekín, cuidadito»

DEPORTES

El ordense cree que «podría haber sido ciclista», pero confirmó ayer su adiós a la bici y su regreso al triatlón, para lo que necesitará cuatro o cinco meses de adaptación

12 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Iván Raña vuelve a casa por Navidad. Al triatlón. El ordense confirmó su regreso ayer en una rueda de prensa celebrada en Madrid. Se baja de esa aventura que fue la bicicleta, a la que se subió con el maillot del Xacobeo. Y recuerda su paso por el pelotón profesional con la añoranza del que rememora una travesura infantil. El 2009. El año que vivió peligrosamente.

-¿Vuelve con la frente marchita?

-No (risas). Vuelvo muy motivado. Mi paso por el ciclismo no ha sido un año en balde, ha sido una aventura.

-Pues algunos lo consideran una pérdida de tiempo.

-En cuanto a resultados, perdí tiempo. Pero fue estimulante, algo nuevo para mí, lejos de mi otro día a día. Me emociono al recordar la sensación de ir en carrera, con la cabeza trabajando, motivado a tope. Disfrutas y lo pasas mal. Aprendes muchas cosas.

-¿Y qué ha aprendido para aplicar al triatlón?

-Pues a sufrir, a saber un poco más dónde está el límite del cuerpo, a entender que puedes estar muy cansado pero que el organismo va arrancando.

-¿Ha sufrido más en el ciclismo que en el triatlón?

-Yo he sufrido más en ciclismo, porque no dominaba la rutina de los ciclistas y mi cabeza tenía que trabajar más.

-¿Maldijo algún día haberse metido en el ciclismo?

-Un día de la Vuelta a Chihuahua fue criminal. Y en la Vuelta a Portugal, en Serra da Estrela, casi lloro. Iba reventado en los puertos. Si no llegaba arriba con la grupeta sabía que no iba a acabar la carrera. Y llegué gracias a algún colega. Flipé. Bueno, es que en el ciclismo todo fue un flipar constante.

-¿En qué momento decidió decir adiós a la bicicleta?

-Hace cuatro días. Ya me había hecho a la idea antes pero, después de reflexionar fríamente, determiné que era inviable. Yo quería un equipo con unas condiciones mínimas. Pero la situación es difícil. No quería incorporarme a una formación y luego quedarme zapateado. No tenía seguridad. Por eso decidí olvidarme de la bici.

-Pero le costó asumirlo.

-Al principio no estaba por la labor de dejarlo. Pero si un equipo me ofreciera ahora un contrato no me echaría atrás. Creo que esta decisión es para siempre. Estaba dispuesto a sacrificar muchas cosas por el ciclismo, pero no todo.

-¿Y cómo ve Londres 2012?

-Bien, ya estaré metido en el tema y tendré más experiencia.

-Ahora el gran duelo es Javier Gómez Noya contra Alistair Brownlee.

-En Londres habrá más aspirantes y puede pasar de todo. Brownlee tiene 22 años y también puede hacer alguna cafrada de las suyas. Es un valiente, por eso cae bien. No sé lo que harán los otros, pero sí se lo que no voy a hacer yo.

-¿Y qué es eso que no va a hacer?

-No voy a llegar pasado de vueltas. Espero.

-A Pekín llegó muy bien.

-Si llego a Londres 2012 como a los Juegos de Pekín, cuidadito.

-Ganó la corona mundial y la europea. Sabe hasta dónde puede llegar en triatlón, pero no hasta dónde hubiera llegado en ciclismo.

-Nunca se sabrá. Me quedo con la sensación de que podría haber sido ciclista. A final de temporada me había adaptado. No andaba menos que otros debutantes. Si empezara en los de la bici con 18 años podría haber sido ciclista. Bueno, de hecho lo fui. Durante un año. Y fue la leche.