Beñat Intxausti (32), esta semana en Benidorm con el maillot de la temporada pasada..
F. LL. P ocos ciclistas eran más felices que Beñat Intxausti en octubre de 2015, en el primer contacto con su nuevo equipo, el poderoso Team Sky, después de cinco años de progresión metódica en el Movistar Team. Ni ninguno más triste que el ciclista de Amorebieta al abandonar la Vuelta a Polonia, en julio de 2016.
Lo peor vino después. El virus amagaba con remitir y regresaba más dañino. Así ha sido en 2017 y en 2018, para desesperación de Beñat. Terminado su contrato, respetado por el equipo británico, ha vuelto a casa, al Euskadi Murias. Baja de categoría, pero aprecia encontrar un hábitat cercano en el que cree que podrá resurgir.
¿Se ve dentro de un tiempo con el nivel de forma que tenía en 2015, hace tres años? Si me veo siendo el Beñat de hace tres años. Está claro que me va a costar unos cuantos meses de trabajo, pero tengo la confianza de que podré llegar a lo que fui antes a medio-largo plazo. De aquí a final de temporada espero conseguir el nivel que tuve antes. A finales de año, para la Vuelta, será una buena fecha ya. Tendrá que hacer un verdadero programa de reconstrucción, porque es difícil darle la vuelta a una situación como la suya. Es un poco lo que yo pienso. Las primeras carreras me van a costar, por el ritmo de competición y el nivel de exigencia, pero a medida que pasen las carreras iré a mejor. De aquí hasta septiembre creo que hay tiempo. Mi calendario inicial va a ser muy nacional: Mallorca, Valencia, Catalunya, País Vasco. ¿No puede hacerle daño a su moral verse muy arrastrado por ejemplo en la Itzulia, que va gente fuerte y muy en forma? Sí, tiene mucho nivel y es exigente. Habrá que plantearse objetivos, ir día a día, buscando las etapas concretas. ¿Le ha enseñado algo este tiempo? Que la salud es imprescindible para la vida y para el deporte. Sin ella no puedes hacer nada. ¿Hizo todo bien? ¿No se exigió demasiado en lugar de descansar cuando agarró el virus? Sí, he pecado a veces de sobreexigencia a mí mismo. Cuando no estaba bien quería estarlo, hacía más de lo debido y eso, en lugar de favorecer, ha sido contraproducente. Debí estar el primer año parado, que fue cuando peor estuve con el virus. Pero es complicado. Cuando uno está en casa sin poder hacer lo que quiere..., al final no se sabe qué es lo mejor. También era mi primer año en el equipo y las prisas no han sido buenas compañías para curar la enfermedad. A veces me ha podido el corazón. Me presionaba. El Sky me dio tiempo, paciencia y confianza, pero yo me exigí demasiado, no supe ser paciente. ¿Ya está seguro de que se ha curado? Otras veces parecía que sí y volvió a caer. Es cierto, pero ahora está completamente superado, sí. Desde el mes de julio me estoy encontrando muy bien. Cuando firmé con el equipo hice un buen descanso para entrar fuerte y ahora estoy verde pero prácticamente normal, sin problema. Mejoro cada día. La condición no es muy buena después del parón que hice, me costará más de lo que me gustaría pero estaré disponible a medio o a largo plazo. ¿Está entrenándose bien, aquí en Benidorm, con sus compañeros? Estoy haciendo mucho kilómetro. Metiendo horas, no intensidad. Cogiendo fondo y resistencia. Cuando entremos en carrera iré poco a poco estimulando el cuerpo y dándole un poco de exigencia e intensidad. Habrá compañeros que le den tormento. Hacemos dos grupos, unos van más fuertes que otros. Los recorridos son iguales, hoy tocan cinco horas y media y unos 3.000 metros de desnivel. En casa ya he hecho entrenos de cuatro, cinco y cinco horas y media, algo que no había podido hacer en los últimos tres años. Eso me da moral. El Sky es el mejor equipo del mundo en todo: en economía, en trabajo, en filosofía, en cómo cuidar al corredor... Ojalá hubiera 10 ó 12 Sky". Ya ha visto que Sky lo ha dejado. ¿Le extrañó? Fue una sorpresa. Aunque ya estaba fuera del equipo, me sorprendió. Pero al final todo tiene su fecha límite. El Sky cumple esta temporada 10 años de patrocinio y quizá haya cumplido su ciclo y sus objetivos. Si ya han logrado lo que querían no le verán sentido a continuar. Han ganado todo lo que han ganado y puede que piensen que es tiempo de cambiar. ¿Considera que el ciclismo tiene buena salud? Está muy bien, visto desde fuera. Es verdad que cuesta que entren espónsores europeos de importancia. Han venido por el Golfo: Emiratos y Bahrain. Y creo que vienen jóvenes muy buenos también. El problema que tienen es encontrar buenos equipos. Meterse en el ciclismo es muy caro para cualquier empresa. Cada vez es más caro, es cierto. Quizá Sky haya puesto el techo muy alto, no sé. Han querido hacerlo de esa manera y les ha ido muy bien. El problema es encontrar otros Sky. No será fácil. Además han creado una desigualdad enorme entre ellos y el resto. Yo no estoy tan de acuerdo con lo que se dice. Es el que más dinero tiene, pero también el que mejor trabaja, el mejor equipo del mundo en todo: a nivel económico, de trabajo, de filosofía, de cómo cuidar al corredor. Ojalá hubiera 10 o 12 Sky. No pienso más que en correr. Ni director ni nada. Sigo porque quiero ser ciclista. Cuando deje de serlo no sé lo que haré" Y usted ha recalado en un polo opuesto, Euskadi Murias. Modesto y con problemas económicos para crecer. Lo que buscaba era estar tranquilo y en casa con gente cercana. Había otra opción que estábamos negociando, entró Euskadi Murias y Odriozola. Rubén [Pérez, director deportivo] es muy amigo mío y hemos entrenado juntos mucho tiempo. Es un equipo de casa cercano y me puede venir bien. ¿Cómo lo ve de potencial? Este año lo he seguido y hay chavales jóvenes muy buenos que pueden dar un salto importante este año. Ya se les vio en la Vuelta hacerlo muy bien. Este año dará un pasito más para adelante. Hay gente que irá mejorando. Óscar Rodriguez logró ganar en La Camperona.¿Alguno le recuerda al Beñat de sus inicios? No veo comparaciones, pero Óscar Rodríguez ha hecho detalles muy importantes. El y otros han pasado una carrera de tres semanas y eso les dará un plus de resistencia. ¿Se ve echardo raíces aquí? Depende de como evolucionemos yo y el equipo. Mi idea es volver al ProTour, que es de donde vengo y donde quiero estar. Eso me ilusiona. Obviamente, si el Euskadi Murias da un salto definitivo ya con una apuesta importante de cara al 2020, permanecer en un equipo de casa como el antiguo Euskaltel sería ilusionante otra vez. Estar en casa con 33 años. ¿Podría ser que gracias a este parón su carrera se prolongar más tiempo en el futuro? Algunos me han dicho que puede ser. En cualquier caso me siento joven, estoy con ganas e ilusionado, que es lo más importante mientras tenga salud. Hay quien le ve de director en el Murias, más temprano o más tarde. No pienso en otra cosa que en correr. Ni director ni nada. Sigo porque quiero ser ciclista. Cuando deje de serlo no sé lo que haré. No me planteo otra cosa, de momento.