Entrevista a Carlos Barbero, ciclista burgalés del equipo Euskadi

Carlos Barbero (Burgos, 1991) es ciclista profesional del equipo Euskadi desde 2012. El joven corredor burgalés ha comenzado a destacar en el pelotón internacional esta temporada consiguiendo varios puestos top-ten en carreras de España y Portugal logrando la victoria en la Ronde d’Isard, siendo este su primera victoria como profesional.

A falta de dos semanas para el inicio de la Vuelta Ciclista a Burgos, el joven de 21 años se encuentra en el hotel de concentración del equipo en la capital donostiarra donde disputará la Clásica de San Sebastián. La lluvia ha impedido salir a entrenar, por lo que tras unas horas de rodillo y una sesión de masaje nos recibe de forma natural y cordial ataviado con el chándal del equipo y unas pantuflas para hablar sobre sus aspiraciones en la que será su primera Vuelta Ciclista en su ciudad de origen.

barbero

—¿Cómo se encuentra físicamente para la carrera de mañana?

—Ahora mismo cansado. Pese a los masajes que me ha dado Félix (fisio del equipo), que es un genio con las manos, la sesión de rodillo ha sido un poco agotadora. A decir verdad me gusta más entrenar al aire libre pero hoy la lluvia lo ha impedido. Esperemos que mañana en carrera no llueva.

—Bueno, ahora mismo en cuanto acabe la entrevista podrá irse a dormir. Prometo que no será demasiado larga.

—(Risas) No, no se preocupe. Dormir no nos está permitido a estas horas porque afectaría de manera negativa a nuestro cuerpo, aunque nos encontremos muy cansados. Nuestros horarios son muy estrictos y hay que seguirlos a rajatabla para poder dar el cien por cien en carrera. En ese aspecto el ciclista es muy esclavo. Eso sí, cuando termine la entrevista iré a relajarme con los chicos hasta la hora de cenar, que últimamente estamos muy picados a las cartas.

—Y después de cenar me imagino que a la cama para tomar fuerzas para la carrera de mañana.

—Sí. Solemos irnos a dormir pronto, en torno a las diez y media u once. Mañana va a ser un día duro puesto que se trata de una carrera de un solo día y la gente va con todo. No hay más días para resarcirse. En vueltas de una o más semanas los corredores suelen ir relajados al principio de la etapa pero mañana habrá casi seguro movimientos desde el kilómetro cero.

—¿Qué aspiraciones tiene su equipo y usted personalmente?

Nuestro objetivo es ayudar en todo lo posible a nuestro jefe de filas Unai (Iparragirre). Es nuestra gran baza ya que el perfil de la etapa se ajusta perfectamente a sus características. Tendremos que estar muy atentos a los cortes y que tenga siempre efectivos en la subida al puerto, que no se quede solo. El equipo corre en casa y seguramente contaremos con un gran apoyo por parte del público que esperamos agradecer con una buena actuación.

—Hablando de correr en casa… en dos semanas la Vuelta a Burgos ¿Se encuentra con ganas?

Imagínese… correr en la ciudad que me ha visto nacer, rodar en carreteras por las que he entrenado cuando me encontraba en categorías inferiores, tener a mi gente de toda la vida ahí… tengo esa fecha marcada en rojo en el calendario. El año pasado mi equipo no fue invitado a la carrera y cuando me enteré que este año sí lo estaba mi felicidad fue enorme.

—¿Se imagina que gana?

—Pues si correr en casa ya le he dicho que es una gran alegría… ganar sería… buf, no sé… ¡un sueño! Pero de momento tengo que tener los pies en la tierra. Llevo compitiendo profesionalmente desde el año pasado y aún tengo mucho que aprender. Competir en categoría de aficionado o semi-profesional no tiene nada que ver a nivel de exigencia. Aquí rodamos a una media de 40 kilómetros por hora. De ahí la importancia de un buen descanso y alimentación.

—Pero este año ya ha empezado a cosechar buenos resultados. No olvidemos que en lo que llevamos de temporada ha quedado entre los cinco primeros en ocho etapas, consiguiendo el primer puesto en una de ellas ¿Qué supuso para usted la victoria en la Ronde d’Isard?

—Fue una gran liberación para mí. Llevaba bastantes carreras buscando el triunfo y veía que no llegaba. En varias ocasiones pagué cara mi inexperiencia al no lanzar el sprint en el momento adecuado. Otras veces fue mala suerte por caídas o cortes en el grupo. Pero finalmente conseguí ganar mi primera etapa como profesional, que dicen que es una de las más especiales para un corredor aunque espero no sea la última.

—¿De quién ha aprendido más en este año y pico que lleva compitiendo?

—El director del equipo, Jon Fernández, ha sido mi gran apoyo en el tiempo que llevo en el equipo. Apostó por mí desde el principio y lo sigue haciendo y esa confianza es muy importante para un corredor. A mí lo único que me queda es trabajar duro para agradecérselo con buenos resultados. Además, de cada charla que da al equipo siempre se puede sacar algún aprendizaje. Da gusto trabajar a su lado.
Luego también he aprendido mucho de Aritz (Bagües). Es mi compañero de habitación y guardo muy buena relación con él. Hemos pasado juntos muchas horas que nos han servido para aprender el uno del otro.
Algo que no me esperaba era el muy buen ambiente que hay en el pelotón. Los más veteranos suelen dar consejos a aquellos que tenemos menos experiencia, aun no perteneciendo al mismo equipo. Es una situación que me sorprendió gratamente.

—Ya para acabar la entrevista, usted que está en un conjunto del País Vasco, denos su opinión acerca de las oportunidades que hay en Burgos para los jóvenes ciclistas de la provincia.

—Yo pienso que hay un gran nivel de escuelas y profesionales que se esfuerzan para que el ciclismo en Burgos siga adelante. Yo empecé en el Velo Club Burgos donde me formé para luego pasar a la escuadra mirandesa Cafés Gometero-Nova Diet. Ahora mismo estoy en el Euskadi simplemente porque me hicieron una mejor oferta, pero tengo amigos con los que coincidí en juveniles que están triunfando en equipos de Burgos como Fernando Grijalba en Caja Rural o Efren Carazo en Burgos-BH.

Todo aquel que desee ponerse en contacto con él puede hacerlo a través de su twitter personal: https://twitter.com/BarberoCbc

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