LUIS ÁNGEL MATÉ CICLISTA DEL COFIDIS

«Mi generación lucha contra el dopaje»

Luis Ángel Maté, en Girona, junto al autobús de su equipo, el francés Cofidis.

Luis Ángel Maté, en Girona, junto al autobús de su equipo, el francés Cofidis.

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A Luis Ángel Maté (Madrid, 1984), criado en Marbella, lo conocen como el Lince Andaluz. Hoy cumple 29 años. Es el gregario consistente que todos los equipos desean para trabajar en las grandes rondas, como el Tour y la Vuelta, donde ya ha participado con su equipo, el francés Cofidis, cuyo lema es basta ya de dopaje. Y por ello, mentalizado en que es tan importante ganar como hacerlo limpio, no tiene ningún problema al afirmar: «Mi generación lucha contra el dopaje».

Como Purito Rodríguez, como José Luis Laguía, como todos sus compañeros de pelotón, teme más a los coches, sobre todo en las endiabladas carreteras sin apenas arcén que rodean Marbella, que a los controles de la Unión Ciclista Internacional (UCI). «Los aficionados y, sobre todo, la gente totalmente ajena al ciclismo tendría que saber que nosotros, los corredores profesionales, entregamos parte de nuestro sueldo para financiar los controles antidopaje. Y es por eso, precisamente, por lo que yo festejo que sirvan para algo. Me molestaría que diéramos dinero para nada».

Porque, según el Lince Andaluz, el ciclismo «tiene unos valores que no se dan en otros deportes». «Compañerismo, sacrificio, capacidad de mejora, convivencia con la naturaleza, la satisfacción de salir cada día en bici y ver que progresas, el conocer países y gente de otros lugares y hasta ver en el pelotón, cuando vas fastidiado, que un ciclista kazajo, como me ha pasado a mí, que no conozco y con el que no me entiendo hablando, me cede su bidón para que pueda beber y me recupere», detalla.

Época de sacrificios

Por eso, Maté hace la siguiente reflexión: «Tenemos un ciclismo nuevo, una generación que hace grandísimos sacrificios y que como he dicho ha tomado conciencia para luchar contra el dopaje e inculcar esta consigna a los más jóvenes, a los que empiezan ahora». «Nunca el ciclismo ha estado tan limpio como está ahora», afirma, coincidiendo con Laguía.

Y, al igual que Purito, se siente cansado de que una y otra vez le pregunten por Lance Armstrong y por la operación Puerto. «Son temas cansinos, de verdad. Yo, afortunadamente, no he conocido esa época, pero fastidia que una y otra vez se pregunte por lo mismo. Yo me quedo con el inmenso futuro y lo que pido es más respeto a los automovilistas y sobre todo que, en tiempo de crisis como el que nos azota ahora, se invierta en escuelas de ciclismo. Soy andaluz y allí se ha perdido el espíritu de otras épocas, cuando se trabajaba con los chavales. Ahora no se hace nada. Y es triste».