EL OBJETIVO AHORA ES LA VUELTA

Sastre: "Acabé el Tour reventado, pero ya me he recuperado"

Josu Garai No tenía previsto correr el Giro, pero lo hizo para ayudar a Basso. En el Tour lideró el CSC y luchó hasta el final por el podio. Ahora va por la Vuelta. Pese a los numerosos datos que le ofrece el SRM, Carlos Sastre es de los que dice que también “hay que saber escuchar a tu cuerpo. Y a eso se le llama experiencia”.

¿Y qué le decía su cuerpo cuando acabó el Tour?
Que estaba reventado. Hice todo lo que pude, pero no subí al podio. No fue una decepción, porque di todo lo que tenía dentro, pero sí me llevé un disgusto que, además de todo, me impidió dormir más de cuatro horas el último día. Llegué a casa reventado. Pero tres días seguidos con siesta me devolvieron la ilusión y poco a poco, con la ayuda de mi familia y mis amigos, he recuperado las fuerzas.

Al final, con el positivo de Landis, será tercero.
Lo de Landis no beneficia a nadie, sigo siendo cuarto y nadie me va a hacer sentir lo que hubiera vivido en el podio. Mi satisfacción es que hice todo lo que tenía y podía hacer. También sigo siendo tercero de la Vuelta 2005 (tras el positivo de Heras), nadie me ha comunicado lo contrario.

¿Qué le dice ahora su cuerpo?
Que estoy preparado para afrontar lo que venga. No me marco objetivos, pero tampoco descarto nada.

¿Incluso ganar?
Sí, por supuesto. Si no pensase que puedo ganar me quedaría en casa.

En París no parecía dispuesto a afrontar este reto.
Tenía dudas, porque acabé muy cansado, y una parte de la Prensa española no había sido objetiva conmigo, cuando mi comportamiento había sido honesto y muy honrado.

¿Le gusta la Vuelta a España?
Fue mi primera grande, en 2000. Gané la montaña y acabé octavo. Aquí me di cuenta que tenía que encaminar mi carrera hacia las pruebas de tres semanas. El año pasado estuve a punto de dejar el ciclismo, pero la Vuelta me devolvió la ilusión y ahora he recuperado la chispa perdida.

Hablemos de los rivales. ¿A quién o quiénes ve?
Hay muchos y tengo mucho respeto por todos, por lo que no quiero olvidarme de ninguno, pero hay uno del que se habla poco y, aunque no he corrido con él, sé que está bien: Vinokourov.